Se trata del monasterio de «Mater Misericordiae», situado en la localidad de Villair di Quart, del que bendijo la primera piedra en 1986 cuando visitó esta región alpina en visita pastoral a la diócesis de Aosta.
Tres años después, en 1989, cuando vino por primera vez al Valle de Aosta para pasar las vacaciones de verano, é mismo inauguró el convento.
Este martes, el pontífice quiso hacer visita a las religiosas carmelitas a las que, como es lógico, se siente particularmente ligado.
Este miércoles, en medio de un estupendo clima, el Papa salió antes que en días anteriores, a las diez de la mañana, para disfrutar de la jornada en medio de las montañas.
Desde que se sabe que el Papa se detiene a saludar a las personas que le esperan antes de llegar al chalet en que se aloja al regresar de sus excursiones, ha aumentado significativamente el número de las personas que le esperan. Este martes eran más de doscientas.
«Radio Vaticano» ha revelado que entre los libros que en estos días de descanso está leyendo el Papa uno de ellos es una crítica literaria de teatro en polaco.