«El gobierno árabe de Sudán y la milicia Janjaweed apoyada por el gobierno árabe están negando sistemáticamente el acceso a la comida y al agua da la población musulmana negra», denuncia.
«Más de treinta mil personas han fallecido ya durante este conflicto de dieciocho meses de duración y se calcula que un millón de personas podrían morir, en su mayoría a causa del hambre y las enfermedades, si no se reacciona», afirma el comunicado.
«Muchos grupos de ayuda humanitaria están activos en el área y la ONU está considerando desplegar un a misión de pacificación. De todos modos, la estación de las lluvias ya ha llegado a Sudán y se crearán problemas logísticos que dificultarán este objetivo», informa.
«FI alienta a los franciscanos a apoyar los esfuerzos de la ONU y a escribir a sus representantes gubernamentales para pedirles que emprendan acciones para detener el genocidio en Sudán», afirma el comunicado.