Joaquín Navarro-Valls ha referido que el Santo Padre ha sido informado constantemente sobre el drama vivido por padres y alumnos de la escuela de Beslán, atacada este miércoles por terroristas que los tomaron como rehenes.
Al cierre de esta edición, agencias de información rusas revelaban que más de 150 personas murieron y 646 fueron heridas, después de que fuerzas rusas de seguridad irrumpieran en la escuela. La operación no había concluido todavía. El balance de los hechos era todavía incierto.
El director de la Oficina de Información de la Santa Sede explicó que el Santo Padre ha experimentado una «gran tristeza» «por la pérdida de vidas humanas inocentes y los sufrimientos infligidos a tantas familias involucradas en un acto de terrorismo».
Este miércoles, nada más tener lugar el ataque terrorista, Juan Pablo II había lanzado un apremiante llamamiento a la liberación de los rehenes y condenó todo acto de terrorismo y violencia.