NUEVA YORK, viernes, 24 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Ahora hay que apoyar al gobierno de Irak para que en el país se instale una democracia, propone el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano.
«En Europa se discute sobre la legitimidad del nuevo ejecutivo y quizá el juicio de la historia sobre la intervención en Irak será severo. Pero hay que considerarlo como un hecho: este hijo ha nacido. Será ilegítimo pero ahora está ahí, y hay que educarlo y criarlo», explica el purpurado italiano.
El brazo derecho de Juan Pablo II en la guía de la Santa Sede ha ofrecido estas declaraciones en una entrevista publicada por el diario italiano «La Stampa» (22 de septiembre) al recibir en Nueva York el premio «Path to Peace Award», de la Fundación que lleva el mismo nombre, y participar en al conferencia contra el hambre en el mundo acogida por la ONU.
«Los juicios sobre la actual situación en Irak son muy contradictorios según la orientación política de quien trata de examinar la situación con una visión de conjunto –reconoce–. Pero todos deberíamos estar de acuerdo sobre un punto: ahora tenemos que ayudar a las poblaciones que viven entre el Tigris y el Éufrates a vivir en paz y a reconciliarse entre sí».
«Ya han sufrido demasiado. Ahora hay que ayudar al gobierno [del primer ministro Iyad] Allawi. Pronto ese gobierno enviará un embajador ante la Santa Sede. Ésta ya está presente en Bagdad con su nuncio apostólico, el arzobispo Fernando Filoni, que en estos tiempos difíciles siempre se ha quedado en Irak».
«El desafío actual es el de la reconciliación. Este es el desafío que lanzan los cristianos de Irak», añade.
«Los terroristas saben que si una democracia estable se instalara en Bagdad replantería la situación de países vecinos, como Irán y Arabia Saudí, donde todavía se va a la cárcel por poseer un Crucifijo», concluye.