ARGEL, domingo, 26 septiembre 2004 (ZENIT.org).- El choque de civilizaciones se vence con el diálogo, afirma el arzobispo de Argel, cuya comunidad tiene una experiencia dramática de lo que es el terrorismo de fundamentalistas islámicos.
El llamamiento de monseñor Henri Tessier resonó en la asamblea interdiocesana de la Iglesia en Argelia que se celebró este sábado.
Argelia sufrió el terrorismo fundamentalista desde 1992 hasta el año 2000 y, sin embargo, «buena parte de la comunidad internacional no pareció preocuparse particularmente por nuestros sufrimientos», constata el prelado en declaraciones a «Radio Vaticano».
«Y cuando hablo de sufrimiento, no me refiero sólo al que sufrió nuestra pequeña Iglesia, sino al que afligió a todo el pueblo argelino».
En esos años, 19 religiosos o religiosas fueron asesinados en el país, entre ellos se encuentran siete monjes trapenses de Nuestra Señora del Atlas (Thibirine) y monseñor Pierre Claverie, obispo de Orán.
Sin embargo, aclara el arzobispo, «las víctimas del terrorismo han sido sobre todo los mismos musulmanes: en Argelia, más de 150 imanes fueron asesinados, al igual que centenares de periodistas, artistas, escritores».
«La sociedad ha resistido y derrotado esta interpretación extremista. Ahora trata con dificultad de restablecer la concordia civil entre todas las corrientes de pensamiento, pero sabe que no hay otro camino».
«En vez de considerar como inevitable el enfrentamiento entre cristianos y musulmanes, como algunos afirman, consideramos que es más importante multiplicar los lugares de encuentro», propone Tessier.
«Quisiera decir a toda esa parte del mundo que sufre a causa de esta oleada de terrorismo, que no hay otra respuesta que la multiplicación de las amistades que sobrepasan las fronteras», concluye.
