Secularismo, falta de vocaciones… Retos de la fe eucarística en tiempos de globalización

Según los participantes en el Simposio que ha preparado el Congreso Eucarístico Internacional

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GUADALAJARA, lunes, 11 octubre 2004 (ZENIT.orgEl Observador).- Con una llamada a recuperar dentro de la Iglesia el coraje misionero para evangelizar el mundo proponiendo la Eucaristía como luz y vida del nuevo milenio, se desarrolla esta semana de celebración, actos culturales, romerías y adoración del Santísimo Sacramento, el Congreso Eucarístico Internacional en esta ciudad del Occidente de México.

Los cardenales, obispos, sacerdotes y teólogos reunidos en la fase previa, la fase reflexiva y teológica que concluyó el pasado viernes 8 de octubre, enumeraron tanto los retos como las esperanzas de la fe en la Eucaristía en el umbral del Tercer Milenio.

Los participantes en el Congreso han definido como uno de los retos esenciales la promoción de las vocaciones religiosas y sacerdotales.

De acuerdo con el obispo de Ratisbona (Regensburg, Alemania) Gerhard Ludwig Müller, «no faltan vocaciones; Cristo llama siempre suficientes jóvenes para que sean ordenados sacerdotes». Lo que falta, dijo, «es nuestra confianza; es nuestro pecado que no tengamos suficientes sacerdotes».

El mismo obispo Müller afirmó: «Nuestra respuesta a la falta de sacerdotes no pueden ser algunas soluciones, sino preocuparnos para ser nosotros mismos buenos sacerdotes, que sean ejemplos vivos de la vocación de los jóvenes».

En otro de los retos destacados en las conclusiones del Simposio Teológico Pastoral del Congreso, se subraya la necesidad imperiosa de fortalecer la unión entre todos los cristianos bajo la consigna de nuestro Señor Jesucristo: «Que todos sean uno».

Tal fue el sentido de las palabras del cardenal Walter Kasper quien subrayó que la Iglesia, a través de la Eucaristía, propicia la paz del mundo y que el ecumenismo es el diálogo al que nos ha mandado Cristo desde la noche de la Pasión.

El objetivo –estimaron los prelados– es arraigar la fe en la Eucaristía a través de una sólida catequesis, para que ante el fenómeno de la globalización económica el mercado no se convierta en la nueva deidad a venerar.

En este sentido se ha pronunciado en repetidas ocasiones el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, quien dijo a ZenitEl Observador que los dos grandes enemigos de la fe en la Eucaristía son la secularización y el fanatismo.

«Ahora –expresó el cardenal Lozano Barragán– se globaliza todo: hasta los virus; es tiempo de comenzar la tarea de globalizar la solidaridad».

El punto final del Simposio Teológico Pastoral y el de arranque de la etapa de celebración y fiesta del Congreso Eucarístico Internacional, lo marcó el cardenal Jozef Tomko, presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales y legado papal al actual Congreso.

El purpurado eslovaco ha aclarado que la dirección de la barca de la Iglesia católica que conduce con mano firme y sabia el Papa Juan Pablo II es la Eucaristía, el misterio de la fe, que exige a todos los creyentes el sentido y la práctica de la unidad.

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ZENIT Staff

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