BAGDAD, lunes, 18 octubre 2004 (ZENIT.org).- Tras las bombas contra iglesias y los mensajes que invitan a los cristianos a abandonar Irak, el patriarca de Bagdad ha exhortado a sus fieles a permanecer en el país para construir la paz.
En la mañana del 16 de octubre cinco bombas estallaron contra cinco iglesias de Bagdad. No provocaron víctimas pero sí miedo entre los cristianos, algunos de los cuales no participaron en la misa dominical.
Las iglesias golpeadas han sido la de San José en el barrio Nafaq Al-Shurta, la ortodoxa de Santiago y San Jorge en Doura; la iglesia de rito latino en Karrada y la iglesia siro-antioquena de Santo Tomás en Mansour.
Los ataques contra iglesias cristianas comenzaron el pasado mes de agosto cuando fueron golpeadas cuatro iglesias de Bagdad y una en Mossul, matando a siete personas y provocando decenas de heridos.
Según un dossier realizado por la agencia «Fides», han sido asesinados 88 cristianos en Irak desde el 10 de abril de 2003 hasta hoy.
A causa de este clima de violencia e inseguridad, el Sínodo de la Iglesia caldea, que tenía que celebrarse del 19 al 21 de octubre en Bagdad, ha sido aplazado.
El procurador de la Iglesia caldea en Roma, el padre Philip Najim, ha revelado a la agencia «AsiaNews» que la decisión había sido tomada antes de que tuvieran lugar los atentados contra las cinco iglesias de Bagdad.
Según Najim «está claro que estos atentados se han realizado para impedir a los cristianos de todos los ritos que participen en las ceremonias religiosas dominicales». «Se trata de fuerzas oscuras que vienen del extranjero, no son iraquíes», precisa el sacerdote.
«Los musulmanes iraquíes no atacan a sus hermanos cristianos. Son terroristas procedentes del extranjero que quieren expulsar a los cristianos de Irak».
En algunas calles se están repartiendo mensajes y panfletos en los que está escrito: «Cristianos, marchaos, abandonad Irak».
Una joven estudiante cristiana, Bushra, ha explicado a «AsiaNews» que el director de la escuela ha recibido amenazas de terroristas musulmanes pues no debe permitir que las alumnas entren en la escuela sin el velo.
El imán Muhamad Bashar Al Fayyaadh, durante el programa «Hasad al yawm» transmitido por el canal de televisión árabe «Al Jazeera», ha acusado a los cristianos por no haber condenado los ataques estadounidenses contra las mezquitas de Ramadi (occidente de Irak).
A pesar de esta situación, el patriarca católico caldeo, Emmanuel Delly, en una entrevista concedida a «AsiaNews» ha declarado: «Irak es nuestra patria, nuestra tierra, ¿por qué deberíamos dejarla? ¿Por qué deberíamos irnos?».
Los cristianos en Irak proceden del grupo asirio-caldeo, el tercer grupo étnico presente hoy en Irak, junto a los árabes y los curdos, descendiente de los asirios que vivían en Mesopotamia hace 6.700 años. Su capital era Nínive.
A pesar de las conquistas árabes del siglo VII y de la definitiva asimilación por parte del Imperio Otomano en el siglo XVI, los asirio-caldeos mantuvieron su cultura, su lengua semítica (el arameo) y la religión cristiana, sufriendo por este motivo persecuciones y masacres.
Según la tradición, recibieron el cristianismo en el siglo I, predicado por el apóstol santo Tomás y sus discípulos.
El patriarca Delly recuerda que los terroristas también han atacado mezquitas y, «en nombre de los cristianos pide a todos que recen para que el Señor ilumine la mente de quien realiza estos actos. Tenemos que colaborar para construir la paz y el bien de nuestro país».
Los cristianos en Irak son en total unos 800.000, es decir el 3% de la población, divididos sobre todo entre católicos y ortodoxos. Los caldeos, unidos a Roma, son el 70% de los cristianos.