CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 20 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II bendijo este miércoles una estatua de la santa española Teresa de Jesús Jornet, fundadora de la Congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, concebida para ser colocada en el exterior de la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Antes de dirigirse a la plaza de San Pedro para encontrarse con los fieles con motivo de la audiencia general, el pontífice se detuvo para presidir la sencilla celebración.
Estaban presentes, entre otros, el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco; el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, el embajador de España ante la Santa Sede Jorge Dezcallar, así como representantes del cuerpo diplomático y otras personalidades civiles y eclesiásticas.
La imagen de santa Teresa de Jesús Jornet será instalada en el exterior de la girola de la Basílica de San Pedro, debajo de la Gloria de Bernini, en el nicho central del ábside.
La escultura, de siete metros de altura y 55 toneladas, ha sido esculpida en mármol de Carrara por el artista italiano Alessandro Romano
Juan Pablo II aprobó la instalación de la estatua «en reconocimiento a la labor de la congregación» fundada por esta santa, que en la actualidad atiende a más de 26.000 ancianos sin recursos.
Después de haber realizado más de un centenar de bocetos, Alessandro Romano escogió una representación de santa Teresa de Jesús Jornet con rostro expresivo, arropada por dos ancianos, uno a cada lado, que rodean con sus brazos a la fundadora.
La incorporación de la figura de la santa al conjunto arquitectónico de la Basílica de San Pedro del Vaticano «significará un nuevo reconocimiento al extraordinario papel de los santos en nuestra historia, por su dedicación y trabajo, que son pilares de la Iglesia y hacen que ésta esté firme», ha explicado monseñor Vicente Juan, jefe de la Sección Española de la Secretaria de Estado del Vaticano en declaraciones a Avan, órgano del arzobispado de Valencia.
En la actualidad, la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, integrada por cerca de 2.500 religiosas, cuenta con 73 hogares y asilos en América Latina, mientras que en España dispone de 134 centros.
Además, esta congregación ha abierto casas en países europeos como Italia, Alemania y Portugal y, desde hace seis años, también en África, en Maputo (Mozambique).
Teresa Jornet (1843-1897) nació en Aytona, pueblecito cercano a Lérida, en Cataluña. Siendo maestra en Barcelona, descubrió su vocación al servicio de los ancianos abandonados y, en 1872, fundó la primera casa en Barbastro, con la ayuda de algunas jóvenes, entre las cuales estaba su propia hermana, María.
El 27 de enero de 1873, tomaron el hábito religioso y Teresa fue elegida superiora. Poco después, personas de Valencia propusieron a la pequeña comunidad fundar en esa ciudad un asilo de ancianos, que se haría después famoso.
Fue beatificada por Pío XII en 1958 y canonizada por Pablo VI en 1974, quien la recordó como «una santa de nuestro tiempo para nuestro tiempo».
El pasado 6 de octubre el Papa Juan Pablo II bendijo la estatua de la primera santa chilena, santa Teresa de los Andes, colocada también en la fachada posterior de la basílica de San Pedro del Vaticano.
Imágenes de otras dos santas españolas también han sido colocadas en uno de los laterales de la nave central del templo: santa Josefa Sancho Guerra y santa Soledad Torres Acosta, fundadoras, respectivamente, de las Siervas de Jesús y Siervas de María.