MADRID, martes, 16 noviembre 2004 (ZENIT.org–Veritas).- Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, está convencido que hoy más que nunca el testimonio cristiano es el del amor a los enemigos, también en la vida pública.
Así lo explicó este lunes en un encuentro diocesano con los universitarios de la archidiócesis de Madrid, que se celebra todos los años.
«Cristo dijo amaos, sed uno como la Santa Trinidad y el mundo creerá», añadió. «Pero para llegar a amarnos así, para que yo me deje matar todos los días, para ello los cristianos necesitamos haber recibido de Dios el Espíritu Santo, que da la vida eterna».
«El resumen del hombre nuevo es que ama a sus enemigos, porque el enemigo es el que te mata, y nosotros debemos ofrecer la vida por nuestros enemigos, porque Cristo nos amó cuando éramos sus enemigos», afirmó.
«No tenemos que tener miedo de todo lo que va a suceder en Europa, lo que sí necesitamos es redescubrir nuestra fe, necesitamos crecer en la fe y llegar hasta esta estatura de la fe: en la dimensión de la Cruz en la que Cristo nos amó».
«Si sois cristianos, enhorabuena, habéis encontrado la perla preciosa, la vida eterna habitando en vosotros donde el pecado ha sido destruido en la muerte
de Cristo», afirmó
Al margen del encuentro, en declaraciones a la agencia Veritas consideró que esta manera de vivir como cristianos también debe reflejarse en la vida pública.
Si el cristiano «tiene vida eterna, si su fe crece hasta la estatura de Cristo crucificado, eso se advierte en todas las realidades, en lo social, lo político… en todo». «Es una nueva creación», añadió.
Antes de la celebración de la eucaristía, presidida por el cardenal Antonio María Rouco, Kiko Argüello explicó a los más de 2.000 jóvenes reunidos en la catedral el significado de las pinturas en forma de «corona mistérica» que él mismo proyectó en el ábside de la catedral.
El pintor habló de la belleza salvadora de Cristo de la que es imagen la propia Iglesia. De ahí su intento de crear una estética cristiana que permita representar el Misterio de la fe a través de las imágenes; unas «imágenes que ayuden a vivir mejor nuestra fe».
Kiko Argüello, ganador del Premio Nacional de Pintura 1959 en España, tuvo una experiencia de conversión que le llevaría a iniciar en un barrio pobre de Madrid, hace 35 años, junto a Carmen Hernández, el Camino Neocatecumenal.
Esta realidad, cuyos estatutos fueron aprobados por la Santa Sede el 29 de junio de 2003, está «al servicio de los obispos diocesanos y de los párrocos como una modalidad para redescubrir el sacramento del Bautismo, y de educación permanente en la fe».
En estos momentos está presente en más de 900 diócesis del mundo, con unas 17.000 comunidades en 6.000 parroquias.
De sus comunidades han surgido en todo el mundo 1.500 seminaristas y ya se han ordenado más de 1.000 sacerdotes.