MADRID, viernes, 19 noviembre 2004 (ZENIT.org–Veritas).- Este viernes comenzó en Madrid la VI edición del Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, con el lema «Europa, sé tu misma.
Durante el acto inaugural intervinieron el nuncio de Juan Pablo II en España, el arzobispo Manuel Monteiro de Castro, y el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y presidente de la Fundación Universitaria San Pablo-CEU,
Alfonso Coronel de Palma.
El nuncio afirmó que esta sexta edición del Congreso Católicos y Vida Pública «se consolida como uno de los encuentros más importantes celebrados por los católicos españoles, en el que se expresa la enorme riqueza espiritual, intelectual y moral del laicado católico en nuestros días y se quiere dar respuesta a los grandes desafíos de la misión de la Iglesia en la sociedad y la cultura españolas».
«Las raíces de Europa no pertenecen sólo al pasado, sirven para el proyecto
de porvenir que se ha de transmitir», añadió.
Los desafíos de Europa hoy son crear «una Unión de solidaridad con toda la humanidad» y «una Unión del Espíritu y no del secularismo y el materialismo», explicó el representante papal.
Por su parte, Alfonso Coronel de Palma se preguntó en su intervención «cómo callar» ante los signos de nuestro tiempo: «hombres que viven como si Dios no existiera», «extendida pérdida del sentido de la existencia humana», o el «extravío en el campo ético de valores fundamentales como la familia y
la vida».
El presidente de la Asociación Católica de Propagandistas dijo que ante esta situación «se impone a los hijos de la Iglesia una verificación de en qué medida también nosotros estamos siendo afectados por el relativismo y el secularismo».
Ante la «incertidumbre en la vida moral, de oración y de rectitud teológica de la fe», se preguntó también «qué ha sucedido para que el acontecimiento cristiano no sea incisivo en la realidad y no se sustente en el sujeto cristiano, en nosotros».
«Hay una constante crítica y hasta mofa de nuestro Dios y de nuestra fe, a través de la sutileza de los poderes mediáticos», reconoció. Se constata un «ataque» que «como nunca» se está profiriendo «a la familia y a la vida», a fin de hacernos «individuos frágiles y a merced del poder político y económico», reconoció
Asimismo, advirtió sobre «el ensalzamiento de nuestros pecados y debilidades»
hecho por algunos medios, aunque añadió que «quienes nos atacan son los mismos que propugnan esos pecados como valores, omitiendo que los aquí presentes pedimos constantemente perdón».
Este perdón se justifica –según Coronel de Palma– en que «no nos predicamos a nosotros mismos sino a Otro mucho más grande, Cristo, que es misericordioso con nuestras debilidades, que Él asumió completamente siendo libre de culpa».
«Lo que aquí hacemos no lo hacemos para salvar a la Iglesia, que está salvada por Cristo hasta el final del tiempo». «Es por el hombre por el que merecen la pena esos Congresos, que tienen que plantearse desde una profunda esperanza en el Salvador», añadió.
«Hoy más que nunca, no podemos callarnos, con razón nos llamarán luego egoístas y cobardes. El profundo amor nos hará creíbles a los ojos de los demás», concluyó.
El eurodiputado Jaime Mayor Oreja tomó más tarde la palabra para constatar que «hoy los agnósticos presumen de serlo», y parece que los católicos «tenemos que demostrar que no por serlo dejamos de ser tolerantes y democráticos».
Reconociendo los éxitos de la Unión Europea, en particular «para evitar la guerra», promover la convergencia económica, etc., Mayor Oreja señaló que «en el terreno de los valores vivimos momentos difíciles».
«Bajo la apariencia de la búsqueda de la laicidad identificada con el progresismo muchos en el fondo lo que pretenden es que nuestras sociedades pierdan referencias y pierdan valores» añadió.
El eurodiputado del Grupo Popular, con una experiencia política de 30 años, reconoció que con frecuencia se dice que los católicos «tenemos un problema de comunicación, que comunicamos mal, que desde el momento en que defendemos unos principios unos valores, unas ideas somos exagerada e innecesariamente aburridos».
«Hay que reconocer que algo bastante de verdad tienen los que dicen eso que en ocasiones somos excesivamente aburridos, pero el problema no es de comunicación esencialmente, es que el proyecto de vida del cristiano no es el más cómodo, ni es el más fácil», añadió.
El Congreso Católicos y Vida Pública, que concluirá el próximo domingo, puede seguirse en directo en la página web http://www.ceu.es/congreso/