LIMA, miércoles, 24 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Como respuesta al llamado del Juan Pablo II a ayudar a quienes sufren el flagelo del SIDA, el Departamento Episcopal de Pastoral de la Salud (DEPASA) de la Conferencia Episcopal Peruana ha puesto en marcha la Pastoral de VIH-SIDA o también denominada «Pastoral de la Esperanza».
Este servicio nace con el fin de acoger, acompañar, servir, educar y defender los derechos de miles de personas que padecen con el virus del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA), afirman fuentes del episcopado peruano.
La Hermana Graciela Solís, Secretaria Ejecutiva del DEPASA, señala que esta iniciativa nació ante la necesidad de acompañar y brindar apoyo «a nuestros hermanos que muchas veces son marginados por la sociedad».
Se trata de que a través de toda la red de agentes pastorales de salud, que trabajan en las diócesis peruanas, se realicen acciones coordinadas con las instituciones de salud, involucradas en la lucha contra el SIDA.
«Lo que propone la Pastoral de VIH/SIDA es trabajar directamente con las personas que padecen este terrible mal, a través de visitas personales o familiares, que será un soporte moral y espiritual para ellos», señaló la religiosa.
También explicó que los agentes pastorales de la salud brindarán orientación y campañas de sensibilización a toda la comunidad, para informar sobre este terrible mal que no distingue condición social o raza, como una forma de valorar a estas personas afectadas y que no sean marginadas por la sociedad.
A nivel de Lima, más de 50 agentes de las diversas parroquias se han comprometido trabajar en este programa de ayuda y, a su vez, en otras diócesis otros agentes pastorales irán motivando a más personas dentro de su ámbito.
Según las estadísticas, en 1983 se reportó el primer caso de VIH/SIDA en el Perú, en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. En la actualidad se han registrado más de 14.792 casos de VIH/SIDA en el Perú (notificados al 30 de abril de 2004).
Lima es la ciudad del Perú que más casos de SIDA presenta desde 1983, con 9.928 casos, siendo la mayoría personas de sexo masculino. En el Perú, la edad de las personas con mayor incidencia en VIH – SIDA fluctúan entre los 25 y 34 años y la forma de contagio más común es a través del contacto sexual, que representa el 96% de los casos.
A fines de 2002, en América Latina y el Caribe había 1.940.000 personas viviendo con el VIH-SIDA, de ellas, 1.500.000 en América Latina y 440.000 en el Caribe.
Ese mismo año se estima que ocurrieron 140.000 nuevas infecciones en Latinoamérica y 50.000 en el Caribe, en adultos entre 15 y 49 años.
La Hermana Solís manifestó que la mejor manera de prevenir más casos de VIH/SIDA es con una adecuada educación sexual en los niños y jóvenes. «Hay que hacer hincapié que lo que puede contrarrestar este flagelo es una adecuada conducta sexual, basada en la fidelidad, la castidad y la abstinencia sexual hasta el matrimonio», señaló Solís.