«Defendemos el valor de la vida en todas sus formas. Antes, en una época de mucho dolor, fuimos criticados por defender la dignidad humana transgredida a través de la tortura. Hoy somos criticados por otros temas, pero no vamos a claudicar en el afán evangélico y humano de defender la vida en cualquiera de sus formas, para el bien de todo nuestro país», aseguró en su encuentro con los medios el viernes pasado.
«La vida es sagrada desde que es engendrada hasta que se encuentra con Dios. Seremos unos apasionados defensores de la vida en todas sus formas, pero obviamente en un ambiente de diálogo en un contexto plural», expresó monseñor Goic, según recoge la oficina de prensa del episcopado.
El acompañamiento para los sacerdotes –el tema central de esta Asamblea– es un «un desafío permanente para la vida de la Iglesia», reconoció también el prelado, confirmando que se ha acordado «entregar una carta de aliento y de estímulo a los sacerdotes en todas las diócesis».
«El sacerdote que Chile necesita hoy es un sacerdote santo –reconoció–. En la medida que los sacerdotes vivamos el Evangelio más allá de nuestra pequeñez le hacemos un bien al país. Nuestra aspiración es que los sacerdotes sean muy fieles al Señor y muy cercanos a la gente».
Los 34 obispos que integran el organismo eclesial comenzaron su reunión –del 22 al 26 de noviembre en Punta de Tralca– con un análisis de la realidad nacional de Chile. Reflexionaron sobre los posibles efectos en la comunidad del Informe sobre Prisión Política y Tortura durante el régimen militar que el presidente de la República dará a conocer próximamente.
Según comentó monseñor Goic –elegido presidente del episcopado chileno en esta asamblea–, el país debe acoger con madurez la información que se dará a conocer en dicho informe, al que calificó como un paso adelante en la reconciliación nacional. Los prelados manifestaron su disposición a seguir acogiendo y apoyando a quienes han sufrido esta realidad y a acompañarlos sacerdotalmente, como en el pasado.
Aludiendo al llamamiento del Papa en Chile –«¡Los pobres no pueden esperar!»–, han considerado necesario ocuparse de este tema en una próxima Asamblea Plenaria.
Igualmente se han estudiado en la asamblea las condiciones en que se aplicará la nueva ley de matrimonio civil, en lo que se refiere a la ampliación del ejercicio del derecho de libertad de conciencia por el reconocimiento de los efectos civiles del matrimonio religioso, pese a los obstáculos que tiene en la práctica.
En este sentido, monseñor Goic reiteró la postura del episcopado de que el matrimonio indisoluble es un bien para Chile. «Haremos todo lo posible por hacer saber a los católicos y a las personas de buena voluntad, del valor de la unidad e indisolubilidad del matrimonio, con respeto por quienes no han tenido éxito», aclaró.
Es el ámbito en que la Asamblea ha avanzado en la redacción de la Carta a las Familias –cuya difusión se espera el próximo marzo–, un texto con el que se busca hacer una propuesta a los católicos de Chile y a quienes aún sin serlo tengan un aprecio por la institución del matrimonio como núcleo vertebral de la familia y la sociedad.
La declaración del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) sobre los impactos de la globalización y de los tratados internacionales de libre comercio en la vida y cultura de los pueblos fue motivo de estudio también por parte de los prelados, que han encomendado a los organismos pertinentes de la Conferencia Episcopal chilena la definición de los desafíos pastorales que ello representa para la Iglesia en el país.
Por otro lado, con el fin de profundizar y facilitar las relaciones entre diversos organismos y grupos dentro de la Iglesia en espíritu de comunión, los obispos han acordado que el proceso de evaluación y elaboración de las Orientaciones Pastorales 2006-2010 se realice con una metodología ampliamente participativa.
Asimismo ha aprobado la Asamblea un plan de reactivación del Área de Pastoral de las Comunicaciones que trata de articular una red nacional de comunicaciones al servicio de las diócesis del país, diseñar un plan de formación en estas materias para los agentes evangelizadores y desarrollar una Pastoral Informática.
Los obispos chilenos aprovecharon su encuentro para invitar a tres destacados representantes de otras Iglesias y comunidades cristianas –el arzobispo metropolitano de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Antioquia, monseñor Sergio Abad; el obispo anglicano, don Héctor Zavala; y el pastor de la Misión Iglesia Pentecostal y profesor de Teología don Juan Sepúlveda– a quienes se pidió su perspectiva sobre los avances en el ecumenismo.