CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 2 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II promovió la libertad y la reconciliación en Guinea Ecuatorial al recibir este jueves al presidente Teodoro Obiang Nguema.
En la audiencia al líder africano, el Santo Padre constató que, en ese país «la Iglesia, junto con la evangelización, desarrolla con los medios a su alcance una generosa obra en la educación, la sanidad, la promoción de los más desvalidos».
«Inspirada en el Evangelio, desea únicamente servir a la promoción de la dignidad del hombre, en un clima adecuado de libertad, colaboración, reconciliación, comprensión y respeto, que posibilite el cumplimiento pacífico y fructífero de su misión espiritual y humanitaria», añadió.
El Papa deseó que la visita de Obiang Nguema al Vaticano «contribuya a un entendimiento y relaciones cordiales y serenas entre las autoridades públicas y la comunidad cristiana, que beneficiarán a todos los ciudadanos en sus anhelos de mejorar sus condiciones de vida, de tal modo que puedan realizarse como personas y como hijos de Dios».
El Papa, que visitó Guinea Ecuatorial en 1982, pronunció sus «mejores votos por todo el pueblo guineano e invoco sobre él abundantes bendiciones divinas que le alienten en sus esperanzas y legítimas aspiraciones».
Si bien el país es una democracia constitucional desde 1991, las elecciones presidenciales de 1996 y 2002, así como las legislativas de 1999, fueron contestadas por sectores tanto internos como externos.
A pesar del gran aumento de producción de petróleo en los últimos años, el nivel de vida de la población aumenta todavía lentamente.
La visita de Obiang Nguema ha tenido lugar una semana después del proceso, celebrado en la capital, Malabo, en el que se condenó a presuntos responsables de varias nacionalidades por un intento de golpe de estado contra el presidente, desarticulado el pasado mes de marzo.
El 94.16% de los 523.000 habitantes de Guinea Ecuatorial son católicos.