CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 7 febrero 2005 (ZENIT.org).- Juan Pablo II seguirá hospitalizado al menos hasta el jueves «por motivos de prudencia», aunque sus condiciones de salud siguen mejorando, según reveló este lunes la Santa Sede.
Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Información de la Santa Sede, después de haber visitado en la mañana la habitación del pontífice, reveló a la prensa que el Papa le pidió decir entre bromas que está leyendo los diarios «para seguir la evolución de mi enfermedad».
El portavoz vaticano leyó en torno a mediodía un comunicado en el que explicaba que «el estado general del Santo Padre sigue mejorando: ya no tiene fiebre, se alimenta regularmente y ha pasado algunas horas sentado en su sillón».
«Por evidentes motivos de prudencia, se le ha aconsejado al Papa que prolongue su estancia en el Policlínico Gemelli algunos días».
Navarro-Valls informó que el próximo comunicado con informaciones sobre la salud del Papa «se emitirá el jueves 10 de febrero a las 12,00».
Ante la pregunta de un periodista, aclaró que el Santo Padre permanecerá en el Policlínico Agostino Gemelli al menos hasta el próximo jueves.
El comunicado leído por Navarro-Valls explica que «el Papa concelebra todos los días la santa misa en su habitación», junto a su secretario, el arzobispo Stanislaw Dziwisz, e invita a que participen en el rito los médicos, enfermeros y personas que le están atendiendo.
En la mañana de este lunes, el obispo de Roma pidió que le entregaran a Navarro-Valls algunos mensajes particularmente conmovedores que está recibiendo de diferentes personas del mundo y en particular de personas que enfermas o de familiares hospitalizados en el mismo Hospital Gemelli.
El portavoz publicará –sin los nombres– algunos de estos mensajes en las próximas horas. Explicó que uno de ellos procedía de una mujer que tiene a su hijo pequeño, enfermo de cáncer, internado en el hospital del Papa a pocos metros de la habitación de Juan Pablo II.
«Muchas personas confían sus sufrimientos al Papa, quien tiene presentes a todos en la oración», aclaró Navarro-Valls, recordando que éste fue precisamente uno de los mensajes que el Santo Padre quiso comunicar este domingo a mediodía, en el saludo a los peregrinos que en su nombre leyó el arzobispo Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano.
Con ese motivo, el Papa Karol Wopjtyla apareció por primera vez en público tras haber sido hospitalizado en la noche del 1 de febrero a causa de las complicaciones provocadas por la gripe.
El Santo Padre se asomó a la ventana de su habitación durante unos diez minutos con motivo del Ángelus y entonó con voz muy débil la bendición apostólica en latín. Al final, sin que casi pudiera escucharse, murmuró: «Gracias».
Juan Pablo II, que ha delegado la presidencia del rito del Miércoles de Ceniza en la Basílica de San Pedro del Vaticano en el cardenal estadounidense James Francis Stafford, penitenciario mayor de la Iglesia, podría recibir en su misma habitación la imposición de la ceniza.