VAILANKANNI, jueves, 10 febrero 2005 (ZENIT.org).- Situado en la costa india, el Santuario mariano de Valankanni (en la diócesis de Thanjavur, Estado de Tamil Nadu), que también sufrió la fuerza del «tsunami» el 26 de diciembre, se ha convertido en el epicentro de la recuperación de numerosos peregrinos, no sólo católicos, que a allí se dirigen.

«Soy testigo de la devoción de la gente de diferentes credos, hindúes, musulmanes, de la misma forma que los cristianos», reconoció a «Asianews» el rector del santuario, el padre P. Xavier.

«Gente de religiones distintas viene aquí aún traumatizada, pero ninguno se marcha de la Basílica de Nuestra Señora sin haber tenido una experiencia de paz y de consuelo. He hablado con numerosos hindúes y musulmanes, adultos que llegaron llorando como niños, y ninguno regresó a casa herido y decepcionado», relató.

El Santuario, llamado el «Lourdes de Oriente», se prepara para celebrar el viernes la festividad de esta advocación mariana, este año en torno al tema «Sanación».

«Las heridas del espíritu necesitan sanación –explicó el padre Xavier--. Si no, el “tsunami” hará su reaparición con todos los desórdenes post-traumáticos. He recibido llamadas de gente de todas partes de la India y de todas las religiones: todos quieren saber el horario de la Misa solemne y de las celebraciones. Su sufrimiento es tan real... Es casi una ironía que una adversidad tan grave haya generado tantos pequeños signos de fe».

Si bien son miles los peregrinos que cada 11 de febrero acuden a Vailankanni, este año en sus rostros «se dibujará toda la devastación y el dolor –prosigue el párroco--: muchos escaparon de la furia de las aguas, miles perdiendo a sus seres queridos aquel domingo. Todos vendrán a orar».

Y añade: «Espero que la fiesta esté llena de gozo y no de tristeza. No debemos desalentarnos; las calamidades de la naturaleza no pueden bloquear nuestra fe. Vailankanni es siempre el mismo: la Virgen está siempre llena de gracias para los que vienen aquí».

El nuncio apostólico, monseñor Pedro López Quintana, celebrará el próximo 18 de febrero en el Santuario una Misa por las víctimas del «tsunami» y por todos los supervivientes. A continuación el representante papal bendecirá una piedra esculpida en memoria de las víctimas del maremoto.

Veinte millones de peregrinos de toda la India y del sudeste asiático visitan anualmente el Santuario de Vailankanni. Menos de la mitad no son cristianos, sino sobre todo hindúes y musulmanes.

El 11 de febrero de 2002 Vailankanni se convirtió en el centro del mundo católico al acoger la Jornada Mundial del Enfermo. Y en su mensaje para la ocasión, Juan Pablo II constató que «en la India, tierra de religiosidad tan profunda y antigua, ese santuario dedicado a la Madre de Dios es realmente un punto de encuentro para miembros de diversas religiones y un ejemplo excepcional de armonía y diálogo interreligioso».

La diócesis de Thanjavur coordina, junto a una ONG, los trabajos de reconstrucción, y desde el Santuario se brinda también ayuda a los afectados por el maremoto, sin consideración de credo.