La policía estatal dio a conocer una versión preliminar de los hechos ocurridos la tarde del saábado 5 de febrero, cuando el que fuera vicario de la parroquia de Santo Cristo de Burgos, en Ciudad Jiménez se dirigía a celebrar a una comunidad cercana y fuera despojado con violencia de la camioneta que conducía.
La policía, avisada por una llamada anónima, encontró el cuerpo sin vida del padre Delgado a la orilla de un camino vecinal que conduce al poblado de Búfalo. Al no haber encontrado la camioneta que utilizaba el sacerdote y hallar, cercana al cadáver, una piedra ensangrentada, las autoridades no descartaban el robo como móvil del crimen que ha cimbrado a este estado norteño del país.
Sin embargo, hoy por la mañana, según informó el Subprocurador General del Estado, Eduardo Gómez Arriaga, el vehículo fue encontrado en la vecina ciudad de Camargo, abandonado.
Apenas el 7 julio pasado, Zenit–El Observador informaba de otra muerte en el mismo estado de Chihuahua del sacerdote Ramón Navarrete Islas, de 56 años de edad, párroco de la Iglesia de María Madre.
En aquella ocasión no se esclareció el móvil del asesinato a cuchilladas, uno más de los que ensombrecen Ciudad Juárez, ciudad fronteriza que ha trascendido al plano internacional por los más de 400 asesinatos de mujeres que se han verificado ahí en los últimos diez años.
El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, ha expresado sus condolencias a la comunidad católica de la entidad y ha afirmado que el asesinato del sacerdote franciscano es parte «de la descomposición de la estructura social» que sufren ese estado y el país en su conjunto.