CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 20 febrero 2005 (ZENIT.org).- Nada más concluir los ejercicios espirituales de esta semana en el Vaticano, la primera audiencia que Juan Pablo II concedió este sábado fue para el patriarca caldeo de Bagdad, Su Beatitud Emmanuel III Delly.
Si bien la Santa Sede no ha hecho públicos los temas de conversación entre el patriarca de Babilonia de los Caldeos y el Papa, fuentes consultadas por Zenit reconocen que uno de los temas ha sido el futuro de los católicos tras las elecciones democráticas, en las que se ha impuesto la Alianza Chií.
La «audiencia privada» tuvo lugar en el mismo día en el que se celebró en Roma una manifestación multitudinaria para pedir la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena, secuestrada desde el 4 de febrero en Irak.
El Santo Padre exigió su liberación el 13 de febrero. El arzobispo Giovanni Lajolo, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, confirmó este viernes, la movilización de la Iglesia en Irak por su liberación.
Al margen de una recepción en la embajada italiana ante la Santa Sede, en una respuesta a los periodistas, explicó: «El patriarca caldeo me ha asegurado que tanto él como el nuncio apostólico han tocado a todas las puertas posibles para lograr algún contacto. Hasta ahora, por desgracia, en vano».