LA HABANA/CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 1 junio 2005 (ZENIT.org).- En un mensaje a los participantes de la I Asamblea Misionera de Cuba (La Habana, 24-28 mayo 2005), Benedicto XVI invitó a que «los trabajos de este encuentro sean un nuevo impulso a la incansable acción misionera en ese país, ante los desafíos de la sociedad actual, dando gracias a Dios por el pasado y el presente de la vida de esa amada Iglesia en Cuba».
Así dice el texto leído por el nuncio apostólico en Cuba, monseñor Luigi Bonazzi, en el curso del primer encuentro de esta naturaleza, en el que han participado 141 delegados representantes de las 11 diócesis cubanas –6 sacerdotes, 13 religiosas, 1 religioso y 11 diáconos permanentes– y 110 laicos misioneros, además de 23 seminaristas, según confirmó el padre Raúl Rodríguez Dago –director nacional de las Obras Misionales Pontificias en el país— a «Fides».
Esta Asamblea Misionera ha sido una de las actividades centrales del Año Misionero 2005 proclamado por la Iglesia en Cuba con el lema «Anunciemos a Cristo acompañados por la Virgen de la Caridad».
Impulsar la acción misionera en Cuba, para dar respuesta a los actuales desafíos, dando gracias a Dios por el pasado y presente de la vida de la Iglesia en la isla, ha sido objetivo de esta convocatoria.
Igualmente se ha buscado avivar la espiritualidad y la vocación misionera en quienes ya están comprometidos con la misión en Cuba, para que sean la llama que impregne de ardor misionero a sus comunidades de procedencia.
El evento se ha desarrollado en línea con el II Congreso Misionero Americano (CAM2) (Cf. Zenit, 11 marzo 2004).
En sus conclusiones, los participantes pidieron retomar la opción del Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC), celebrado en 1986, de «ser una Iglesia Misionera», con cinco objetivos: hacer de la misión el eje central de la vida pastoral; cultivar una espiritualidad misionera, vigorosa y encarnada en todos los miembros de la Iglesia; priorizar una formación misionera integral; acompañar y dinamizar las casas de misión; impulsar y extender el anuncio del evangelio a todos los ambientes.
En varios momentos de la Asamblea se pidió igualmente la fundación de la Juventud Misionera que agrupe a jóvenes misioneros que trabajen en la evangelización en la isla.
La cita misionera en Cuba contó con la asistencia del cardenal Jaime Ortega Alamino –arzobispo de la Habana y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba–, monseñor Juan García Rodríguez –arzobispo de Camagüey y presidente de la Comisión Nacional de Misiones–, monseñor Emilio Aranguren Echeverría –obispo de Cienfuegos y secretario del episcopado cubano— y monseñor José Siro –obispo de Pinar del Río–.
La víspera de la conclusión del encuentro, los misioneros salieron por las calles y casas de la zona anunciando el gozo de la fe cristiana.
La Asamblea se clausuró el sábado pasado con la Celebración Eucarística en la Catedral de la Habana presidida por el cardenal Ortega.