COLONIA, domingo, 26 junio 2005 (ZENIT.org).- «Monte de las 70 naciones»: es la gran colina sobre la cual, en el «Campo de María» (en Colonia), Benedicto XVI presidirá la vigilia de oración y la Eucaristía –20 y 21 de agosto-- de la XX Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ante una cifra de participantes que podría llegar al millón.

A finales de mayo, mes de María, se concluyó el monte papal en el extenso «Campo de María» o «Marienfeld». En sólo 55 días se llevaron 5.500 camiones de tierra a una base de 15.000 m2. La plataforma superior tiene 3.500 m2 y ofrece espacio aproximadamente para 2.000 personas.

La colina, de 10 metros de altura, está a unos cientos de metros de distancia de la gran cruz que, desde finales de septiembre, ha sido el punto más elevado de «Marienfeld».

Según el cardenal Joachim Meisner –arzobispo de Colonia--, los jóvenes de todo el mundo deben experimentar algo de la «nube luminosa», de la «ardiente columna de fuego de la presencia de Dios», cuando en la noche del 21 al 22 de agosto, durante la vigilia en el «Campo de María», eleven la mirada al monte que fue bendecido el pasado 24 de mayo –recoge el Movimiento de Schoenstatt en Alemania (www.schoenstatt.de)--.

El purpurado dio como nombre a la colina destinada al altar «monte de las setenta naciones». «Esto nos recuerda a las delegaciones de setenta países que al comienzo del año depositaron aquí, al pie de la cruz de Cristo, tierra de sus países», explicó.

«Entonces podré decir al Papa Benedicto XVI: “Santo Padre, en esta colina del “Campo de María” usted está verdaderamente sobre el globo terráqueo”», apuntó.

El cardenal Meisner habló desde el «Monte» y señaló en la oración de bendición la vinculación de los montes en el Antiguo y en el Nuevo Testamento como lugares de la cercanía y de la experiencia de Dios, de la adoración de Dios: Moriah, Sinaí, Tabor... : «Como te has manifestado a Moisés, Tú, oh Dios, en el Monte Sinaí, y le entregaste los Diez Mandamientos... Así nosotros hemos levantado esta colina en tu honor. Hacia aquí vendrán los jóvenes de todo el mundo, y como los Sabios de Oriente te buscarán a Ti para adorarte».

Estas palabras aluden al lema de la JMJ 2005: «Hemos venido a adorarle – Iesus Christus» (Mt 2,2), «un tema que permite a los jóvenes de cada continente recorrer idealmente el itinerario de los Reyes Magos, cuyas reliquias se veneran según una pía tradición precisamente» en Colonia «y encontrar, como ellos, al Mesías de todas las naciones», reconoció Juan Pablo II en su mensaje a los jóvenes en preparación de la JMJ (Cf. Zenit, 26 agosto 2004).

También en el sentido bíblico debe ser un signo de la cercanía de Dios la «nube luminosa» que los jóvenes podrán ver la noche del 21 al 22 de agosto en «Marienfeld». Un escenario está en construcción; sobre él, más de mil luces de neón situadas detrás de 2.500 m2 de membrana translúcida hará que en agosto el lugar más luminoso del «Campo de María» sea la colina con el altar.

Igualmente aludió a la imagen del monte el padre Heiner Koch --secretario general de la JMJ--: «Los montes son lugares para el encuentro con Dios». Porque los montes son lugares donde se experimenta la cercanía de Dios y se le adora, se pensó en crear un monte, «no solamente un soporte de acero» para el área del altar. En el «Campo de María», que tiene una larga tradición religiosa desde el siglo XIII, «la oración de los monjes de siglos pasados no ha sido en vano. Podemos cosechar abundantes frutos cuando miles de jóvenes celebren aquí la Eucaristía con el Papa, y se encuentren con Dios y le adoren».

El antiguo terreno de explotación a cielo abierto en Frechen, actualmente llamado «Campo de María» o «Marienfeld», se encuentra en los alrededores de Kerpen y Frechen y pertenece al municipio Rhein-Erft-Kreis. Durante más de cuatro décadas –hasta 1980-- el desarrollo de esta región estuvo determinado por la explotación de lignito.

Este terreno ofrece espacio suficiente para que más de 800.000 jóvenes acudan a encontrase con el Papa –explican los organizadores de la JMJ--. Hace 500 años se encontraba en este punto el monasterio «Bottenbroich», un reconocido lugar de peregrinación mariana.

El lugar estos últimos meses ha cambiado notoriamente: ya son bien visibles los caminos de transporte y lugares de abastecimiento (o de asistencia médica) para los actos multitudinarios de la JMJ. Se prosigue con la construcción de caminos, el suministro de agua potable y de corriente eléctrica, la instalación de la iluminación y del sonido y la construcción del altar.

Dos cámaras-web permiten seguir el desarrollo de los trabajos de acondicionamiento en «Marienfeld». Una enfoca el monte papal, la otra ofrece una visión general. Basta con hacer clik en la página oficial (en alemán) www.wjt2005.de (ángulo inferior derecho).