El arzobispo Sainz Muñoz y el encargado de asuntos de la Nunciatura, monseñor Joseph Marino, viajaron desde la casa episcopal de Westminster hasta Buckingham Palace en dos carrozas a caballo, escoltados por la policía. Les acompañó el decano del Cuerpo Diplomático en Londres, Sir Anthony Figgis.
«Me siento realmente honrado de representar al Santo Padre y a la Santa Sede ante la Corte de Santiago y ante la Reina. Para mí es un privilegio. Y es importante para las relaciones entre la Santa Sede y las autoridades civiles. Es una nueva experiencia», afirmó el nuncio.
Juan Pablo II nombró a monseñor Sáinz Muñoz como nuevo nuncio apostólico en Gran Bretaña, el mes de diciembre pasado, después de haber representado a la Santa Sede ante las instituciones europeas en Bruselas como nuncio apostólico ente la Unión Europea.
Sustituye en el cargo al arzobispo Pablo Puente, también español, después de que el Papa haya aceptado su renuncia.
Monseñor Faustino Sáinz nacido en Almadén, Ciudad Real, el 5 de junio de 1937 y ordenado sacerdote en 1964, ha desarrollado distintos trabajos para la Iglesia siempre desde la función diplomática.
Doctorado en la Universidad Lateranense de Roma, fue enviado como diplomático en Senegal en 1970 y en los países escandinavos en 1972. En 1973 fue adscrito al Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia, llegando a ser la mano derecha de monseñor Agostino Casaroli, un trabajo que ahora se conoce como la Sección de la Secretaría de Estado de las Relaciones con los Estados. En 1988 fue nombrado Pro Nuncio en Cuba y consagrado Arzobispo Titular de Novaliciana.
En 1992 fue nombrado Nuncio en Zaire, y en 1999 y hasta el momento, desempeñaba el cargo de Primer Nuncio de la Comunidad Europea.
El arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, el cardenal Cormac Murphy-O Connor, al hacerse público el nombramiento de monseñor Sáinz Muñoz, afirmó: «su experiencia y sabiduría serán de enorme valor para nosotros en un tiempo de desafíos y oportunidades para la vida de la Iglesia en nuestro país».