CÓRDOBA, martes, 14 junio 2005 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha pedido luchar con el mismo compromiso contra el antisemitismo como contra el resto de las demás formas de violencia y discriminación de las religiones, en particular del cristianismo.
Monseñor Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo, dio voz a esta preocupación de la Iglesia en la conferencia internacional promovida por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa sobre «Antisemitismo y otras formas de violencia» entre el 8 y el 9 de junio.
El prelado, que intervino en dos ocasiones anta la asamblea –sus ponencias han sido publicadas este martes por la Sala de Prensa de la Santa Sede–, pidió ante todo a los delegados de los países representados sacar las conclusiones del Holocausto contra el pueblo judío.
La Shoá, afirmó, «se extiende como una sombra sobre Europa y sobre el mundo entero», es «un crimen que ensombrece para siempre la historia de la humanidad».
«La enorme tragedia del holocausto es también una dramática llamada para educar, sobre todo a las jóvenes generaciones, a no ceder ante ideologías que justifican la posibilidad de «pisotear» la dignidad humana basándose en la diversidad étnica, lingüística, nacional o religiosa», afirmó.
La Iglesia católica, aseguró, «deplora todas las manifestaciones de antisemitismo de que han sido objeto los judíos de cualquier tiempo y por parte de cualquier persona».
La delegación de la Santa Sede reconoció después que en Europa y en otros países abarcados por la Organización que convocaba el encuentro «la intolerancia y la discriminación contra los cristianos y los miembros de las otras religiones son fenómenos preocupantes, a los que hace falta poner fin con la misma determinación con que se combate el antisemitismo y la discriminación de los musulmanes».
«En efecto, sería paradójico omitir medidas concretas para garantizar a los cristianos y a los miembros de las otras religiones la libertad religiosa sin forma alguna de discriminación e intolerancia, precisamente cuando en un plan general se trata de eliminar la discriminación y la intolerancia», confirmó.
Monseñor Cañizares pidió «evitar que se haga del antisemitismo, las discriminaciones de los musulmanes o de los cristianos una especie de jerarquía».
«Cada una de estas «plagas» hace que el hombre «se enferme», lo degrada y, por tanto, ha de ser «curada» con rapidez», afirmó.