Es la propuesta del editorial de la revista italiana La Civiltà Cattolica de esta quincena (18 de junio), cuyos borradores son revisados por la Secretaría de Estado del Vaticano.
«La Unión Europea, si bien haciendo una severa reflexión autocrítica, debe seguir gobernándose según las normas de los tratados existentes de Maastricht, Ámsterdam, Lisboa y Niza», constata.
Después del rechazo en los referendos francés y holandés al proyecto de Tratado constitucional europeo, la Unión Europea está herida, reconoce la revista.
Ahora bien, aclara «no estamos ante la muerte ni ante la disolución de la Unión Europea, aunque se da en todo caso una actitud de desconfianza».
«Hay que evitar sobre todo el síndrome antieuropeísta, al que han dado un fuerte impulso en todos los países europeos los «noes» de Francia y de Holanda», sugiere la revista, cuyos redactores son sacerdotes de la Compañía de Jesús.
Sobre la necesidad de que la Unión Europea recupere la confianza, el editorial propone: «la Unión Europea no puede y no debe ser desmantelada, sino que hay que ayudar a que crezca con paciencia y constancia, fundamentándose en los valores éticos y en las bases que más se adhieren a la realidad europea».