Fue una visita breve, celebrada en un ambiente cordial y formal, según pudieron constatar los periodistas que pudieron seguirla más de cerca.
Tras el encuentro privado, en el estudio del Papa, que duró unos seis minutos, el Santo Padre saludó a la esposa del presidente, Maureen, y a su séquito. Todos participaron en una foto de grupo.
La solidaridad con África ha sido uno de los temas de política internacional sobre los que más se ha pronunciado en los dos primeros meses de pontificado el nuevo obispo de Roma.