Hoy, a 87 días de su muerte, el Vaticano abre formalmente la causa de beatificación –el proceso más rápido de la historia moderna–, del primer Vicario de Cristo del siglo XXI, expresa el comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
La misiva, firmada por monseñor José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León y presidente de la CEM, señala que «Juan Pablo II, es un santo moderno; nos mostró con su ejemplo cómo vivir en esta época enamorados de Dios y, por Él y en Él, de las personas».
«Para México –añade– es un testimonio hermoso porque se trata de un «amigo entrañable del alma», cercano y querido, que nos descubrió con cariño especial el rumbo de nuestro paso por la historia».
«En tan poco tiempo, ya contamos con información abundante sobre testimonios de favores, -que las autoridades correspondientes juzgarán si son auténticos milagros-, los cuales le abrirán el camino hacia la beatificación y después, como lo esperamos muy pronto también hacia la canonización», dice el comunicado de la CEM
«Los obispos de México –concluye– queremos externar nuestro gozo, de tener el testimonio de un hombre como nosotros, que vivió en nuestro tiempo, y que con su ejemplo nos anima a seguir dando la vida para que Cristo reine en los corazones de nuestros feligreses, de todo México, y de todo el mundo entero».