CASTEL GANDOLFO, jueves, 15 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Los dos grandes rabinos de Israel, Shlomo Moshe Amar (sefardí) y Yona Metzger (asquenazí), invitaron este jueves a Benedicto XVI a visitar Jerusalén, en una audiencia privada que les concedió el Papa en la residencia pontificia de Castel Gandolfo.
Al recibirles, el Santo Padre les dijo a sus huéspedes que consideraba «vuestra visita como un ulterior paso en el proceso de profundización de las relaciones religiosas entre católicos y judíos».
Los dos rabinos respaldaron la invitación al obispo de Roma para visitar Tierra Santa –que ya le presentó el primer ministro Ariel Sharon en una carta– y le pidieron que condene las destrucciones de sinagogas en Gaza, según ellos mismos explicaron en una posterior rueda de prensa.
Varias sinagogas han sido incendiadas y destrozadas por palestinos tras el retiro de Israel de las antiguas colonias en esa franja.
El rabino Shlomo Moshe Amar afirmó que la condena es necesaria para evitar una especie de efecto dominó: «hoy es una sinagoga, mañana será una mezquita o una iglesia».
El embajador de Israel ante la Santa Sede, Oded Ben Hur, presente en el encuentro con los periodistas, reveló que la audiencia duró «entre 40 y 45 minutos» y que había sido «muy íntima y muy cálida».
Los dos rabinos pidieron también que el Papa proclame el 18 de octubre, fecha de la publicación de la declaración del Concilio Vaticano II «Nostra Aetate» de 1965, que marcó un paso decisivo para la reconciliación entre católicos y judíos , como día dedicado a la enseñanza de ese documento y a la lucha contra el antisemitismo en el mundo católico.
«El Papa nos dijo que trataría de responder de manera positiva al menos a una parte de estas peticiones», reveló Oded Ben Hur.
En su viaje a Colonia (Alemania) el mes de agosto pasado, Benedicto XVI se convirtió en el segundo Papa en visitar una sinagoga, después de la visita de Juan Pablo II a la sinagoga de Roma.