CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 5 febrero 2006 (ZENIT.org).- Al recibir la noticia de la muerte de al menos 74 personas en una estampida humana ocurrida en un estadio de Filipinas, Benedicto XVI ha manifestado su dolor y asegurado sus oraciones por las víctimas.
La tragedia se produjo lugar este sábado cuando decenas de miles de personas hacían fila en el campo deportivo de Pasig, en el área metropolitana de Manila, para asistir a la grabación de un programa televisivo.
La mayoría de las víctimas eran mujeres de edad, que fueron pisoteadas por la multitud o aplastadas contra una puerta metálica. Entre los fallecidos, había al menos un niño.
En un telegrama enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al obispo de Pasig, monseñor Francisco C. San Diego, se asegura que «el Santo Padre ofrece sus oraciones por todos los afectados por este terrible accidente».
«De manera especial, el Santo Padre pide a Dios omnipotente que dé consuelo a los heridos y a todos los que lloran la pérdida de sus seres queridos», afirma el mensaje antes de asegurar la bendición apostólica.
