La Iglesia en la India denuncia un programa de esterilización en Uttar

31 de marzo como plazo: se exige una «cuota de esterilizados» para no perder el trabajo

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ALLAHABAD, jueves, 23 febrero 2006 (ZENIT.org).- En el Estado septentrional indio de Uttar Pradesh la sentencia de un juez de distrito ordena a los maestros, funcionarios públicos y líderes comunales alcanzar una cuota de «nuevos esterilizados» para el 31 de marzo bajo pena de despido, suspensión o traslado.

Difundió el martes el suceso la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) «Asianews», recalcando: «Ahora a los maestros de las escuelas públicas se les requiere que promuevan la esterilización entre los estudiantes y sus familias».

La Iglesia católica «condena firmemente este plan de esterilización, contrario a las leyes divinas y a la moral, el cual debe ser detenido sin dilación por el propio bien de la nación», expresó a la citada agencia el nuevo secretario general de la Conferencia de los Obispos Católicos de La India (CBCI) –nombrado en la reciente Asamblea Plenaria del organismo eclesial–, monseñor Stanislaus Fernandes.

Recalcó que la sentencia del juez Amrit Abhijat es «inaceptable y contraria a la ley divina».

Por su parte, según recoge el organismo de información del PIME, los maestros se declaran «aturdidos» por este nuevo «encargo».

«Somos tratados como trabajadores forzosos. El gobierno siempre nos involucra en lo que quiere –manifestó Ravi Prasad Chaurasia, maestro de primaria en el distrito–. ¿Se supone que tenemos que enseñar a los alumnos o pedirles que lleven a sus padres a los campos médicos para la esterilización? Es vergonzoso, ¿pero quién nos va a escuchar?».

Bajo la orden judicial, en cuanto a los empleados de clase III del Departamento médico y sanitario se fija el límite mínimo a alcanzar, «para la misma atrocidad» –puntualiza «Asianews»–, en diez personas.

En el caso de los líderes comunales del distrito, las cifras no se han hecho públicas, «aunque es sabido que, gracias a su autoridad, ya han empezado a causar víctimas», denuncia la agencia especializada en el mundo asiático.

Y difunde cuanto dijo Ramashanker Pandey, jefe comunal de Pathartaal: «El Departamento médico y sanitario fracasó en persuadir a una sola mujer; yo solo he llevado noventa al centro local para la esterilización, pero –“admite con desilusión”, apunta “Asianews”— todas no pudieron ser intervenidas por falta de médicos».

La agencia también se hace eco de declaraciones del citado juez a la prensa local; sostiene que es necesario que sea un éxito el programa de planificación familiar, y admite que sitúa la realización del programa por encima de todo porque la causa de todos los males de la población es el crecimiento demográfico. «Tenemos que asumir este desafío como una prioridad», subrayó.

«La orden emitida por el magistrado Abhijat no puede sino conmocionar a cada indio. Ante todo porque implica a personas que educan a los jóvenes; en segundo lugar porque la planificación familiar compete al Departamento sanitario y no a la magistratura», puntualiza para «Asianews» el portavoz y director del servicio de Comunicación del episcopado católico indio, el padre Babu Joseph.

«La Iglesia no puede aceptar una práctica bárbara como la esterilización –subraya–. En cambio promueve los métodos naturales de planificación familiar, que es el único camino para un crecimiento demográfico responsable».

Pero «sobre todo la Iglesia quiere salvaguardar la dignidad y el honor de cada ser humano, capaz de asumir decisiones responsables en cualquier campo que le afecte, incluyendo la familia», concluye.

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ZENIT Staff

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