BAODING, viernes, 24 febrero 2006 (ZENIT.org).- Permanece aún detenido, desde el pasado 8 de noviembre, el obispo Julio Jia Zhiguo --de Zhengding--, mientras que el pasado 17 de febrero dos sacerdotes católicos de Baoding también fueron arrestados; las dos diócesis se encuentran en Hebei.

Esta última voz de alarma ha llegado en un comunicado difundido por «The Cardinal Kung Foundation» en la madrugada de este viernes.

El padre Lu Genjun, de 44 años, y el padre Guo Yanli, de 39, fueron detenidos por oficiales de la seguridad china el viernes pasado mientras esperaban a un amigo en la estación de tren de Baoding.

El centro de detención del condado de Xushui ha sido el destino del padre Guo Yanli; el lugar al que ha sido llevado el padre Lu Genjun se desconoce, igual que se ignoran los motivos de estas detenciones.

Ordenado sacerdote en 1990, el padre Lu Genjun había sufrido un arresto el Domingo de Ramos de 1998 –5 de abril— por un corto período.

Poco antes de la Semana Santa de 2001 fue detenido de nuevo y pasó tres años en el campo de trabajo del condado de Gao Yang (Hebei).

Al poco tiempo de su liberación, sufrió otra detención el 14 de mayo de 2004 por un período que «The Cardinal Kung Foundation» no ha podido precisar.

En cambio no se tiene constancia de que el padre Guo Yanli hubiera sido arrestado previamente. 1998 fue el año de su ordenación presbiteral.

La citada fundación alerta además de que continúa detenido, desde el pasado 8 de noviembre, monseñor Julio Jia Zhiguo --obispo de Zhengding--, cuyo paradero se desconoce (Cf. Zenit, 24 noviembre 2005).

Consagrado obispo en 1980, el obispo de Zhengding --de 71 años-- ha vivido casi todo su ministerio episcopal bajo arresto domiciliario y una veintena de años en prisión. En su casa atiende a cien huérfanos discapacitados.

Ésta es por lo menos la novena vez que se le detiene desde enero de 2004.

La diócesis de Zhengding es una de las más vivas de Hebei, la zona de mayor concentración de católicos con aproximadamente un millón y medio de fieles.

El prelado y los sacerdotes citados pertenecen a la Iglesia «no oficial» o «clandestina». En China el gobierno permite la práctica religiosa sólo con personal reconocido y en lugares registrados ante la Oficina de Asuntos Religiosos y bajo el control de la «Asociación Patriótica» (AP).

De ahí la diferencia que afirman entre una Iglesia «oficial» y los fieles que tratan de salirse del citado control para ponerse en obediencia directa del Papa formando la Iglesia «no oficial» o «clandestina».