BARCELONA, lunes, 3 abril 2006 (ZENIT.org).- El arzobispo de Barcelona, monseñor Lluís Martínez Sistach, intervino este domingo en la clausura de la I Convención de Católicos y Vida Pública celebrada en esta ciudad para sacudir la conciencia de los cristianos con responsabilidades públicas.
El arzobispo constató ante más de 220 congresistas, y ante la audiencia que siguió el congreso por Internet, que «el orden social debe estar dirigido al bien común y los católicos con responsabilidades públicas deben tener la determinación de hacer posible esto, ya que los laicos están cerrados y deben abrirse con su identidad cristiana en la vida social».
En esta línea insistió en que «las responsabilidades políticas deben estar dirigidas al bien común para crear las condiciones necesarias que permitan a las familias alcanzar su propia perfección».
«La política asume un papel principal en la ejecución de estos principios », señaló, de manera que «los católicos no han de reprimir su identidad ética y moral en este aspecto», pues están llamados a «la globalización social de la solidaridad».
Finalmente afirmó que «ningún político cristiano debe dejar que la moral substituya al Estado pero tampoco que el Estado sea contramoral. Los políticos católicos son libres pero han de estudiar las necesidades da la sociedad filtradas por la moral ética y moral de la Doctrina sin complejos».
En la Convención intervino el embajador de Hungría en España, asesor para Asuntos Europeos del primer ministro de Hungría y presiente de la Cruz Roja de Hungría, Jorge de Habsburgo, para afirmar que «la Iglesia no puede hacer lobbing directo, pero hay bastantes ONG que podrían hacerse oír en las Instituciones de la UE y especialmente en el Parlamento Europeo».
De Habsburgo hizo estas afirmaciones tras lamentar que, en su amplia experiencia en el Parlamento Europeo (desde 1979) ha «faltado un lobby eficaz para defender a los valores cristianos y combatir todo lo que va en contra de nuestras convicciones».
En esta línea, el embajador de Hungría en España, comentó que el problema es que «muchos diputados y funcionarios europeos tienen miedo a decir que son cristianos, católicos y que respetan al Papa». En esta línea ha animado a los católicos «a mantener el contacto con nuestros representantes en la UE, e informarles de las ONG católicas que necesitan apoyo». «No se imaginan la importancia de una carta a un diputado», afirmó, «hay que mantenerse activo y en un contacto vivo»
El rector de la Universitat Abat Oliba CEU, Josep Maria Alsina, subrayó la importancia de que «los cristianos representen a la identidad católica en la vida social y que ganen su derecho a elegir libremente».
En este sentido, destacó la necesidad de que «aquellos que tienen responsabilidades en la vida pública no deben tener miedo a ejercer sus responsabilidades con una ética adecuada a las necesidades sociales y a las indicaciones de la Doctrina Social de la Iglesia».
La I Convención de Católicos y Vida Pública, se celebró de viernes a domingo en la Universidad Abat Oliba CEU.
Entre otras personalidades participaron el arzobispo de Tarragona, monseñor Jaume Pujol Balcells, el catedrático de filosofía de la cultura de la Universidad Católica de Lublin, Piotr Jaroszynski, el Catedrático de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona, el Abogado del Estado y Vicepresidente de coordinación parlamentaria de Unió Democràtica de Catalunya, Manuel Silva, y el vicepresidente del Parlamento Europeo, Mario Mauro.
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