Fue el mensaje que el Papa dejó este sábado a los participantes en el seminario promovido por la Congregación para la Educación Católica sobre el tema «El patrimonio cultural y los valores académicos de la Universidad Europea y el interés general por la educación superior europea».
En el encuentro participaron representantes de 42 países que han adherido, al igual que la Santa Sede, al «Proceso de Bolonia», iniciativa promovida por el Centro Europeo de Educación Universitaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO-CEPES)
En el día de hoy, constató el obispo de Roma, a las universidades «se les pide que no se contenten con enseñar, con transmitir conocimientos técnicos y profesionales, que son muy importantes, pero no suficientes, sino que se comprometan también por ejercer un atento papel educativo al servicio de las nuevas generaciones».
«La Universidad ha nacido del amor por el saber, de la curiosidad de conocer, de saber qué es el mundo, el ser humano. Pero también de un saber que lleva a la acción, que lleva en última instancia al amor», indicó.
«Pero el hombre no puede comprenderse plenamente si prescinde de Dios. Este es el motivo por el que no puede descuidarse la dimensión religiosa de la existencia humana», concluyó.
Los participantes en este congreso celebrado en el Vaticano eran ministros de educación, oficiales de gobiernos, rectores de universidades de 42 países europeos y de algunos de América y Asia, así como representantes de organizaciones europeas e internacionales.
Se ha discutido entre otras cosas sobre el papel de las Universidades en la construcción de Europa, y los fundamentos para el diálogo interdisciplinar; el diálogo intercultural e interreligioso; así como sobre la investigación científica y la responsabilidad ética.
En la presentación del Congreso, que tuvo lugar en la Sala de Prensa de la Santa Sede, el 30 de marzo, Jan Sadlak, director del UNESCO-CEPES, afirmó que Europa podía estar orgullosa de una diversidad que es fuente de inspiración en muchos ámbitos, desde el cultural al religioso.
«Y aquí tenemos que hacer notar el papel de la universidad, que en su forma moderna, es una creación europea y en cuya historia casi milenaria, la Iglesia católica ha desempeñado un papel importante. Es un dato que hay que reconocer», aseguró.
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Apr 04, 2006 00:00