Fue la consigna que les dejó este jueves al recibirles en audiencia al concluir la quinquenal visita «ad limina apostolorum» que han realizado a la Santa Sede.
«Vuestro país, por desgracia, experimenta todavía las consecuencias del reciente conflicto, cuyos efectos negativos se constatan no sólo en la economía, sino también en el espíritu de sus habitantes», reconoció el Santo Padre en referencia a los conflictos causados por la desintegración de la antigua Yugoslavia.
«Anunciad siempre la reconciliación y sed agentes de paz entre los ciudadanos de vuestra patria, alentándoles a emprender el camino de la reconciliación cristiana: el perdón libera ante todo a quien tiene el valor de concederlo», añadió.
El Papa pidió a las comunidades católicas de Croacia ser «un estímulo para toda la sociedad en la búsqueda del bien común y en la atención hacia los más necesitados».
En particular, pidió ayuda «para las familias numerosas, para quienes, a pesar del duro trabajo, viven en una situación de precariedad, para los desempleados, los ancianos y enfermos».
El 80% de los más de 4 millones y medio de habitantes de Croacia es católico.