«Os llevo en mi corazón», dice Benedicto XVI al despedirse de Valencia

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El Papa celebró la Misa conclusiva del V Encuentro Mundial de las Familias

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VALENCIA, domingo, 9 julio 2006 (ZENIT.org).- «Os llevo en mi corazón», dijo el Papa al despedirse de la ciudad de Valencia donde ha vivido dos intensos días rodeado del fervor y el cariño de más de un millón de personas de los cinco continentes.

Benedicto XVI celebró la Misa conclusiva del V Encuentro Mundial de las Familias, que comenzó a las 9,30 de la mañana, rodeado del entusiasmo de una atenta asamblea integrada por familias enteras, desde octogenarios hasta bebés de apenas unos días.

El impresionante altar sobre el puente de Monteolivete tenía 2.700 metros cuadrados de superficie en la parte central y de 2.500 en la corona perimetral. Setecientas toneladas de piezas tubulares y vigas metálicas se han empleado para construir el escenario, que está rematado por una torre de 35 metros de altura.

El Papa estaba revestido con una casulla de seda verde, realizada especialmente para la ocasión en Valencia.

A un lado del altar, estaba situada la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de Valencia a la que esta ciudad tiene gran devoción.

Los matrimonios que celebran sus bodas de oro tuvieron un lugar destacado tras el altar, que estaba decorado con más de 6.000 flores con los colores de la bandera vaticana, blanco y amarillo.

En el altar, el Papa estaba rodeado de una importante representación eclesial integrada por más de 50 cardenales, 450 obispos y 3.000 sacerdotes.

Entre el público, numerosas pancartas con frases de apoyo al Papa como una que decía: «Te queremos cantidad».

La organización del encuentro informó de que hoy habían acudido a la ciudad 1.500.000 visitantes, aproximadamente.

En la celebración eucarística, tuvieron un lugar preferente los Reyes de España y la familia real.

En representación de las autoridades civiles asistieron el ministro de Asuntos Exteriores y el de Justicia, así como el presidente de la Generalidad Valenciana y la alcaldesa de la ciudad. El primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero no quiso participar en la celebración.

El coro estaba integrado por más de doscientos padres y madres de familias valencianas, acompañado por la Orquesta de Valencia. El grupo coral interpretó diversas piezas polifónicas.

El grupo valenciano «Alborada» interpretó la canción del V Encuentro titulada «En Familia».

El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco pronunció, al inicio de la Misa, unas breves palabras de agradecimiento al Santo Padre.

«Estamos aquí por Juan Pablo II y por Benedicto XVI –dijo–. Por las familias, la paz y el futuro de la humanidad».

«En esta encrucijada de los tiempos –añadió–, Vuestra Santidad ha dicho recientemente que el amor es la única revolución capaz de salvar al mundo y al hombre».

«Queremos que este quinto Encuentro se convierta, con vuestro discurso de ayer a las familias y vuestra homilía de esta mañana, en punto de partida de nuevas y más directas formas de comunicación del Magisterio para todas las familias del mundo», subrayó el arzobispo de Valencia.

Durante la homilía, las palabras del Santo Padre fueron corroboradas en numerosas ocasiones por los aplausos de los asistentes. «La familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, expresa una dimensión relacional, filial y comunitaria, y es el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral», dijo Benedicto XVI.

«La familia cristiana –padre, madre e hijos– está llamada a cumplir los objetivos señalados no como algo impuesto desde fuera, sino como un don del sacramento del matrimonio infundida en los esposos», subrayó el Santo Padre.

En el momento de la oración de los fieles, hubo una petición especial por las víctimas, los heridos y las familias afectadas por el trágico accidente del metro del lunes pasado, que fue recibida con grandes aplausos por los asistentes.

En esta celebración el Papa utilizó el Santo Cáliz que se venera en la Catedral de Valencia, una reliquia considerada la misma copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena. Una tradición que el Papa vendría a corroborar como ya lo hizo Juan Pablo II que usó este Santo Grial durante su visita a Valencia en 1982.

El Papa acabó la celebración con el rezo del Ángelus en el que anunció que el VI Encuentro Mundial de las Familias se celebrará el año 2009 en la Ciudad de México.

Al despedirse de la ciudad de Valencia, en el aeropuerto, Benedicto XVI agradeció la colaboración de todos los que han participado en su tercer viaje apostólico internacional: «Gracias por vuestra presencia aquí. Habéis venido de todos los continentes del mundo, con no pocos sacrificios que habéis afrontado y ofrecido al Señor. Os llevo en mi corazón. Mis sentimientos se unen a mi oración para que el Todopoderoso os bendiga hoy y siempre».

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ZENIT Staff

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