Los secuestrados eran el hermano César Humberto Flores, OFM, salvadoreño, de 50 años, responsable de los postulantes en el convento de Puerto Príncipe, situado en un barrio popular y pobre de la capital haitiana, un hermano postulante haitiano (Cf. Zenit, 21 de julio de 2006).
El Ministro general de la Orden, fray José Rodríguez Carballo, da las gracias en un comunicado a todos los que se han interesado por el caso y, en especial, agradece las oraciones y la solidaridad mostrada por muchas personas en esta ocasión.
Un agradecimiento particular lo dirige a la Nunciatura Apostólica de Haití y de Guatemala por su mediación en la liberación de los hermanos.
En palabras del ministro general, «los franciscanos seguiremos trabajando en Haití al lado de los más pobres y necesitados. El pueblo haitiano puede contar con nosotros y estoy seguro que este triste episodio nos llevará a sentirnos todavía más cerca de cuantos sufren a causa de la violencia. En Haití, como en todos los países donde estamos, los franciscanos queremos seguir siendo instrumentos de paz y de reconciliación».