GÉNOVA, jueves, 7 septiembre 2006 (ZENIT.org).- «La familia es constructora de valores y no sólo de campeones». Con estas palabras, el martes 5 de septiembre el cardenal Tarcisio Bertone, arzobispo de Génova y futuro secretario de Estado vaticano (a partir del 15 de septiembre), inauguró en Génova la nueva estación del Centro Deportivo Italiano (CSI).
En el encuentro, el CSI presentó la nueva estación asociativa 2006-2007, con el calendario de las numerosas convocatorias de actividad deportiva y formativa.
Con el lema «Liberemos al deporte de los malos maestros», que ha acompañado al CSI en los últimos meses, la asociación dedicará al tema «El deporte pone en juego a la familia» la reflexión de la próxima temporada.
Sobre el tema intervino el cardenal Bertone que se preguntó: «¿Cuál es el modelo en el que se inspiran los chicos de hoy? Muchos querrían ser futbolistas, pero lo importante es que tomen como modelos no a los futbolistas ricos y sin valores, sino a los campeones que son tales tanto en la derrota como en la victoria».
Por esto, el purpurado salesiano, que en muchas ocasiones ha confesado su pasión por el fútbol, pidió prestar atención no sólo al «desarrollo de la técnica en beneficio del cuerpo, obra maestra de Dios, sino también la intención de usar el deporte como instrumento educativo, siguiendo el ejemplo de numerosos maestros, entre ellos san Juan Bosco».
«Los entrenadores no son sólo técnicos, sino educadores. Hace tiempo –relató–, dialogando con Mister Giovanni Trapattoni [antiguo entrenador de la selección italiana de fútbol, ndr.], me contó que, en la actualidad, el entrenador se ha convertido en un psicólogo, un director espiritual, que ayuda a superar las fragilidades humanas, cuando se cae en la depresión y se pierde el sentido de la vida».
«A propósito de entrenadores, insisto en que cuiden a los chicos sin sustituir los partidos por la Misa».
«El entrenador, en efecto, es a menudo la persona más cercana a los muchachos, la que escucha», reconoció.
«El modelo para el 40% de los jóvenes es el futbolista, así como para las chicas es la animadora de televisión. Hacen falta modelos creíbles que ayuden a construir personalidades globales. La visión religiosa da un sentido pleno a la vida», subrayó después.
«La dimensión trascendente de la vida es importante; admiramos a los adultos que pueden ayudar a superar las situaciones más profundas y alienantes y que presentan la ayuda de la Roca, el amor de Dios», dijo el futuro secretario de Estado vaticano.
«La familia es transmisora de valores; no quiere hacer de los hijos campeones a toda costa. El hijo debe convertirse en campeón de la vida», observó.
Por último, concluyó bromeando: «Quieren que inscriba el equipo del Vaticano en el Centro Deportivo Italiano. En las universidades pontificias no habría problemas para reclutar jugadores… Sabría también en qué puesto podría colocar a algunos cardenales. Pero, vista la tarea que me espera a partir de la próxima semana, prefiero no decirlo».