MUNICH, viernes 8 septiembre 2006 (ZENIT.org)-. El Papa Benedicto XVI llegará éste sábado a Baviera, su tierra natal, como «jefe universal de la Iglesia», suscitando en todos «una nueva llama de alegría en la fe», explica el cardenal Friedrich Wetter.
Zenit ha pedido al arzobispo de Munich y Freising un comentario sobre sus expectativa ante el cuarto viaje internacional de este Papa.
–¿Qué significado tiene, desde su punto de vista, la visita del Papa a Baviera, que muchos en estas tierras califican de «acontecimiento del siglo»?
–Cardenal Wetter: El Papa Benedicto viene a visitarnos a Baviera como pastor de la Iglesia universal, de manera que todo lo que diga asumirá un profundo significado para muchas, muchísimas personas de todos los rincones del mundo. Su anuncio será seguido por millones de personas, aunque sólo sea por la gran atención que atribuyen los medios de comunicación a esta visita y, como hemos podido confirmar, a su persona ya en las vísperas.
–Eminencia, usted ha subrayado la gran actualidad que representa la actitud positiva del Papa y su profesión de fe en un Dios de amor. ¿Qué frutos se espera de la visita del Papa a su archidiócesis?
–Cardenal Wetter: La visita del Papa cae en un momento en el que podemos registrar entre los jóvenes un creciente interés por la fe. Está disminuyendo sensiblemente el número de quienes se alejan de la Iglesia y, en muchas personas, crece el deseo de ser escuchados dentro de la Iglesia. Esto tiene lugar en un momento en el que, en nuestra sociedad, se verifica un desapego de la fe en Dios. Nos esperamos, por ello, que la visita del Santo Padre a su patria traiga una llama de alegría en la fe. Su visita alentará a todos a ser, como cristianos, un signo de esperanza en el futuro. Esperamos que el mayor número posible de cristianos se conviertan en testigos de Cristo de manera tan decisiva como vital.
–En la lista de los huéspedes con motivo de la visita papal hay varios obispos polacos, ¿Es casualidad?
–Cardenal Wetter: Seguramente con motivo de este acontecimiento nos apoyará también el vivo recuerdo de su predecesor, el Papa Juan Pablo II. Como ya sabe, el cardenal Stanislaw Dziwisz de Cracovia concelebrará aquí, en Munich, el domingo la misa, junto al Santo Padre. Esto testimonia la excelente relación que existe entre nosotros.