El Parlamento Europeo pide a China respeto a la libertad religiosa

En el informe Belder, aprobado por mayoría absoluta, sobre las relaciones UE-China

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BRUSELAS, lunes, 11 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Una voz mayoritaria se alzó el jueves desde el Parlamento Europeo para condenar las numerosas violaciones de los derechos humanos que se registran en China, tales como la represión de las comunidades religiosas, también cristianas.

Así se contiene en el informe de Bastiaan Belder sobre las relaciones de la Unión Europea (UE) con China, cuyo texto ha recibido el visto bueno de la asamblea parlamentaria por 351 votos a favor –48 en contra y 160 abstenciones, sobre todo por parte de los socialistas-.

Aún contemplando con interés la relación estratégica UE-China y la mayor cooperación que se derivará de ello en gran número de ámbitos, el Parlamento Europeo solicita al Consejo y a la Comisión que formule «una política coherente y adecuadamente estructurada» respecto a tal país –sintetiza el servicio de prensa del Europarlamento–.

Esta votación «es una señal importante y un apoyo a la Comisión Europea y al Consejo con vistas a la cumbre de Helsinki» [el encuentro UE-Asia (ASEM) que se celebra estos días], apuntaron el jueves en un comunicado los eurodiputados Mario Mauro –vicepresidente del Parlamento Europeo- y Antonio Tajani.

Y es que el informe aprobado «reconfirma la importancia del papel de China, pero es también una defensa de los valores fundamentales del popularismo europeo y de la necesidad de reglas ciertas que UE y China deberán respetar en una relación bilateral constructiva» -añaden-: «el Parlamento ha reconocido válidas, por un lado, las peticiones del mundo católico, y por otro, las del empresarial».

Recalcan que se trata de la primera vez que el Parlamento Europeo se expresa en respaldo de un diálogo honesto y constructivo entre la República Popular China y la Santa Sede; pide además noticias sobre los obispos encarcelados y exhorta a las autoridades chinas a liberar a todos los cristianos que aún son perseguidos y detenidos injustamente.

A través del citado informe sobre relaciones UE-China, el Parlamento Europeo afirma la necesidad de una legislación detallada que responda a las normas internacionales y garantice una efectiva libertad religiosa.

Asimismo deplora la contradicción entre libertad de credo –recogida por la Constitución china- y «las constantes ingerencias del Estado» en la vida interna de las comunidades religiosas, «especialmente en lo relativo a la formación, selección, nombramiento y adoctrinamiento político de los ministros de culto».

Los eurodiputados rechazan que el Estado chino reconozca a sólo cinco religiones el derecho a una existencia legal, y que además las someta al control de las respectiva asociaciones religiosas «patrióticas» chinas.

La asamblea parlamentaria también lamenta la grave violación de la libertad religiosa provocada por las recientes ordenaciones episcopales ilícitas «que son en cierta medida fruto de las fuertes presiones y amenazas ejercidas sobre el clero católico fiel al Vaticano por parte de organismos externos a la Iglesia» (Zenit, 4 mayo 2006).

En el informe se consideran «estas ordenaciones lesivas de la disponibilidad todavía recientemente repetida por las autoridades chinas para asegurar un diálogo honesto y constructivo entre la República Popular China y la Santa Sede».

La liberta de expresión y el libre acceso a Internet en China también es objeto de profunda preocupación entre los eurodiputados, quienes, además de pedir al país asiático que no la emprenda contra los defensores de la libertad de palabra, condenan la ley relativa a la censura de Internet y piden, en particular, que sea inmediatamente readmitido en Red el sitio «AsiaNews.it» -de la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras-.

El informe aprobado subraya la necesidad de acompañar la rápida modernización socioeconómica de China del pluralismo político; solicita al gobierno del país la abolición de la pena de muerte –anualmente unas 8.000 personas son ejecutadas en suelo chino-; expresa su preocupación por las graves violaciones de los derechos humanos en la región tibetana; alerta del desequilibrio poblacional que ha ocasionado la política china del «hijo único»; denuncia los abortos selectivos de niñas por nacer, las esterilizaciones forzadas y el masivo abandono de niñas.

La vigente práctica de la tortura en territorio chino ocupa también las preocupaciones evidenciadas en el informe, en el cual el Parlamento Europeo solicita además al gobierno de China la abolición de la «reeducación» forzada y condena la vulneración de los derechos procesales de los detenidos.

Giorgio Salina, presidente de la Asociación para la Fundación Europa, confirmó a Zenit su satisfacción «por la aprobación del importante documento-guía dirigido a la Comisión con vistas a importantes compromisos internacionales».

El texto adoptado por el europarlamento es «detallado y valiente» -describe-, analiza «minuciosamente la situación del gran país asiático, el más poblado del mundo, y sus relaciones internacionales en el tablero mundial, incluidas las relaciones con las Iglesias cristianas y con la Iglesia católica en particular».

«Es sobre todo en el tema de los derechos humanos en el que la Resolución representa una importante novedad por la claridad y la franqueza adoptada», aplaudió.

Y es que, de acuerdo con Salina, «no se puede dejar de decir que por fin» existe «una toma de posición objetiva y explícita a favor de la libertad religiosa, índice del respeto de los derechos humanos, de la libertades sindicales y políticas, en resumen, índice del respeto de la libertad y de las libertades de todos».

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ZENIT Staff

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