ROMA, martes, 19 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Durante la apertura del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el cardenal Camillo Ruini subrayó este lunes su apoyo y el de los obispos italianos a Benedicto XVI y deploró la campaña de críticas y ataques al Pontífice, fomentada en varias partes del mundo.

El cardenal vicario de Roma saludó con profundo afecto al Santo Padre, recordando que en su reciente viaje apostólico a Baviera anunció y testimonió «con extraordinaria profundidad de reflexión y con persuasiva dulzura la fe en aquél Dios en el que el hombre, su razón y su libertad encuentran su superior y auténtica plenitud».

«En concreto –observó el presidente de la CEI--, en la espléndida lección en la Universidad de Ratisbona pudo no sólo proponer sino argumentar la verdad, validez y actualidad del cristianismo a través de un gran fresco teológico, al mismo tiempo histórico y filosófico, capaz de hacer emerger el nexo esencial entre la razón humana y la fe en Dios que es 'Logos', mostrando que este nexo no está confinado en el pasado sino que abre hoy grandes perspectivas a nuestro deseo de conocer y de vivir una vida plena y libre».

El cardenal Ruini subrayó que esta lección, junto a la encíclica «Deus Caritas Est» y el discurso de felicitación a la Curia Romana el 22 de diciembre pasado, ofrecen «las coordenadas fundamentales del mensaje del Papa que hay que meditar y asimilar en profundidad, ya en el contexto del Congreso Eclesial Nacional que nos espera en Verona».

Respecto a las reacciones de intolerancia contra el Pontífice Benedicto XVI, el purpurado afirmó: «Suscita sorpresa y dolor que algunas afirmaciones en ella contenidas hayan sido equivocadas hasta el punto de ser interpretadas como una ofensa a la religión islámica y llevar hasta actos intimidatorios y a amenazas incalificables --quizá incluso hasta proporcionar el pretexto para el abominable asesinato de sor Leonella Sgorbatti en Mogadiscio--».

Todo esto, mientras que el Papa --precisó- se proponía favorecer «un verdadero diálogo de las culturas y las religiones, un diálogo del que tenemos una necesidad tan urgente», como se dice en la misma lección y como el cardenal secretario de Estado precisó en su declaración del sábado pasado.

«En cuanto a los obispos italianos --subrayó el presidente de la CEI--, expresamos al Papa nuestra total cercanía y solidaridad e intensificamos nuestra oración por él, por la Iglesia, por nuestra libertad religiosa, por el diálogo y la amistad entre las religiones y los pueblos».

«Deploramos en cambio aquellas interpretaciones, que no faltan también en nuestro país, que atribuyen al Santo Padre responsabilidades que absolutamente no tiene o errores que no ha cometido y tienden a atacar a su persona y su ministerio», concluyó el cardenal Ruini.