En un telegrama de pésame enviado al cardenal Marc Ouellet, actual arzobispo de esa archidiócesis canadiense, el Papa su unión en la oración a la archidiócesis de Québec y a la familia del difunto purpurado, pidiendo al Señor que acoja en su reino de paz y de luz a este celoso Pastor, que consagró generosamente su vida al servicio de Cristo y de su Iglesia.
«Pido al Señor que acoja en su Reino de paz y de luz a este pastor celoso, que consagró generosamente su vida al servicio de Cristo y de su Iglesia», confiesa en su misiva el Santo Padre.
El pontífice define al cardenal Vachon como «hombre de fe y de cultura», que «trató durante todo su ministerio de fortalecer la calidad de la vida cristiana entre el pueblo del que había recibido el encargo pastoral y de hacer crecer su espíritu misionero».
La celebración de sus solemnes funerales será el próximo jueves 5 de octubre en la Catedral de esta ciudad.
Con la muerte del purpurado canadiense, el Colegio Cardenalicio se compone de 189 miembros, de los cuales 116 son electores (no han cumplido todavía los ochenta años) y 73 no electores.