MOSCÚ, martes, 21 noviembre 2006 (ZENIT.org).- Altos representantes de la Iglesia católica en Rusia expresaron este lunes al presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, metropolita Kirill de Smolensk y Kaliningrad, sus esperanzas de que las relaciones entre ambas Iglesias mejoren y queden atrás los problemas existentes.
Con motivo del sexagésimo aniversario del metropolita Kirill, el arzobispo de la arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, ha querido felicitarle a través de un comunicado.
El prelado católico manifestó que el respeto mostrado durante el reciente encuentro que ambos mantuvieron hacia «el pequeño rebaño» de católicos rusos reforzaba su certeza de que las disputas y problemas existentes en la relación entre católicos y ortodoxo se resolverán y quedarán atrás.
«En adelante nos espera una fructífera colaboración para el bien común», señaló en el texto monseñor Kondrusiewicz.
«Nuestra comunicación en el lapso de estos 15 años, a pesar del difícil contexto en que se ha desarrollado, me ha demostrado siempre la necesidad de un continuo desarrollo y consolidación de la relación entre católicos y ortodoxos, entre hermanos en Cristo, cercanos sobre todo en la fe, en los sacramentos, en la liturgia, en la herencia apostólica y en ese amor que está llamado a ser testigo auténtico para todo el mundo»afirmó.
Por su parte el arzobispo Antonio Mennini, nuncio apostólico, representante del Vaticano ante la Federación Rusa, felicitó también y de manera personal al metropolita Kirill, tras participar en el solemne festejo de cumpleaños.
En declaraciones hechas a la Agencia Rusa de Información Internacional, RIA, el prelado confió en un subsiguiente mejoramiento de la relación entre católicos y ortodoxos, así como en el hecho de que se realice un encuentro entre el Papa Benedicto XVI y el patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Alejo II.
«Si las dos Iglesias continúan mejorando su conocimiento entre ellas y se van a amar mutuamente, creo que lo anterior es posible», dijo monseñor Mennini.
«El Papa una vez más ha reiterado su deseo de hacer todo lo posible para el mejoramiento de la relación y regulación en la forma de interactuar, con el fin de realizar la unión entre las Iglesias».
«El deseo de cooperación de la Iglesia católica en nombre de reafirmar los valores cristianos es muy fuerte y sincero», agregó.
El metropolita Kirill nació un 20 de noviembre de 1946 en Leningrado, Rusia, en el seno de una familia en la que el padre era sacerdote.
Como cabeza del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, el metropolita tiene una importancia decisiva en las relaciones de la Iglesia ortodoxa rusa con otras confesiones y religiones, en particular con la Iglesia católica.