Según recoge la agencia DECOM, los enfrentamientos tuvieron lugar con palos, cadenas, piedras y dinamita entre campesinos cocaleros que pedían la renuncia del prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, y grupos de personas que apoyan a éste
Los dos fallecidos son un cocalero, asesinado por bala, y un joven que murió ahorcado. Según los medios locales, los hospitales registraron en Cochabamba entre 130 y 200 heridos.
«Después de graves enfrentamientos que han causado muertes y heridos, queremos estar cerca de las familias dolientes y todos quienes viven el drama de la violencia que ofende la dignidad y la nobleza de los hijos de Dios», afirmó el arzobispo.
«Ya no veo que haya espacios para cooperar o ayudar en el diálogo. Estamos en plena guerra –reconoció monseñor Solari–. Lo que pido a todos, por amor a Dios, es que nos acompañen con la oración, nos acompañen con sentimientos cristianos, buscando la vida, la libertad; un ambiente y un clima de entendimiento y de diálogo».
«La violencia siempre genera más violencia», aseguró. «Sentimos que esto es el comienzo de un drama mucho más grande si no hay soluciones prontas de parte de quienes tienen responsabilidades».
«Por favor acompáñennos en esta oración», imploró el arzobispo.
A causa de la violencia, según declaró el vocero del arzobispado de Santa Cruz, el padre Marcial Chupinagua, el cardenal Julio Terrazas, canceló su viaje programado a Roma donde era esperado para participar en una reunión de la Comisión Pontificia para América Latina.
El purpurado boliviano también exhortó al diálogo y a la cordura, informa DECOM: «El diálogo es mucho más importante, más grande y superior a la fuerza brutal, las peleas, los insultos y las descalificaciones. Es necesario que prevalezca el espíritu de paz y no del enfrentamiento y éste es un mensaje no sólo para el señor Presidente, sino también para todos porque hoy Bolivia la salvamos o no la salvamos».