BEIRUT, jueves, 11 enero 2007 (ZENIT.org).- Hay que encontrar «otra solución» para la formación de un gobierno en el Líbano respecto al de «unidad nacional» del que se habla desde hace meses, mientras que la protesta de la oposición ha provocado una «catástrofe económica» en un país ya afectado por la guerra.

Esta es la posición de los obispos maronitas que, al término de su asamblea mensual, en un comunicado, informa AsiaNews.it, denuncian el hecho de que el verdadero meollo de la crisis libanesa parece ser la formación del tribunal internacional sobre el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri y exhortan a los libaneses a encontrar «desde dentro» una solución a sus problemas.

Los obispos maronitas, reunidos en Bkerke, bajo la presidencia del cardenal Nasrallah Sfeir, patriarca de Antioquía de los Maronitas, subrayan que «las fórmulas de gobierno de las que se habla no verán probablemente nunca la luz, a causa de las dificultades inextricables con las que tropiezan».

«Parece --añaden-- que el tribunal internacional sea el meollo neurálgico de la crisis libanesa, con una parte que insiste en su formación, para que se ponga fin a la serie de asesinatos que han provocado el final de lo mejor de sus hombres políticos, mientras que otros, en su mayoría no libaneses, esperan comprometer su formación y pasar más allá, en el temor de que la verdad afecte a sus intereses».

La inestabilidad, subrayan los prelados libaneses, podría empujar a los países dispuestos a ayudar al Líbano a dar un paso atrás, justo mientras se acerca el encuentro de los países donantes, programado para el día 25 en París.

«Por esto es de dentro de donde debe venir una iniciativa de salvación, más bien que de fuera, porque, como dice el proverbio, ‘nadie te sirve mejor que tú mismo’. La parálisis de las instituciones constitucionales –Presidencia de la República, Gobierno y Parlamento- que se acusan recíprocamente de ilegitimidad, exige que se busque otra solución» para «reconstituir una autoridad que salve al Líbano».

Un subrayado sobre el papel que las autoridades religiosas pueden desempeñar en la solución de la crisis libanesa ha llegado también del Consejo superior chií, que se ha expresado a favor de la reanudación del diálogo.