WASHINGTON, viernes, 12 enero 2007 (ZENIT.org).- El Congreso de Estados Unidos aprobó el 11 de enero una ley que permitirá la utilización de células estaminales embrionarias y la consecuente destrucción de embriones humanos, pese a las alternativas éticas existentes y más eficaces, como la obtención de éstas a partir del cordón umbilical y el líquido amniótico.
Sin embargo, la votación, que resultó con 253 votos a favor y 174 votos en contra de la medida, no alcanzó los dos tercios (280 votos aproximadamente) requeridos para superar el prometido veto del Presidente George Bush quien el año pasado dispuso esta medida con una ley idéntica.
Fuentes de la Casa Blanca indicaron que la ley, tercera en la agenda demócrata de las primeras cien horas del Congreso en la presente legislatura, «utilizaría dólares de los contribuyentes para apoyar y alentar la destrucción de vidas humanas para la investigación».
Por su parte, Richard Doerflinger, subdirector del Secretariado de Actividades Pro Vida de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, hizo el 11 de enero una declaración en respuesta a esta decisión.
«Hoy --afirma Doerflinger--, la Casa de Representantes votó para forzar a los contribuyentes a financiar la investigación sobre células estaminales que requiere la destrucción de embriones humanos. Como en el pasado, el presidente Bush se ha comprometido a vetar esta legislación desviada y falta de ética, y no hay suficientes votos para anular este veto».
«El Congreso --añade-- debería ahora dedicar su atención a la investigación con células estaminales que no presente problema moral: la investigación constructiva está ahora empezando a ayudar a los pacientes con decenas de pruebas clínicas. A diferencia de la investigación con células estaminales enbrionarias, la investigación usando células estaminales de tejido adulto, sangre del cordón umbilical, líquido amniótico y otras fuentes se está mostarndo enormemente prometedora y probablemente producirá nuevos tratamientos para pacientes que todavía viven».
«La mayoría de los estadounidenses apoyan la investigación con células estaminales, y muchos prefieren mayormente que este avance en la investigación se haga sin dañar o destruir la vida humana en cualquier estadio. El verdadero enfoque de los estadistas a este tema debería ser asumir este desafío apoyando el progreso médico con el que todos los estadounidenses puedan vivir», añade la declaración.
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) había exhortado a los legisladores a votar en contra de esta ley y apoyar investigaciones que sí sean éticas para la obtención de células estaminales.
En una carta enviada el pasado 9 de enero por el cardenal Justin Rigali, presidente de la Comisión de Actividades Pro Vida de la USCCB, explica que entre estas investigaciones éticas están el uso del cordón umbilical, el líquido amniótico y la placenta.
El purpurado indica en su carta que «la triste realidad es que muchas vías del progreso médico reciben atención y fondos inadecuados para lograr tratamientos humanos. Esto se debe en parte a la concentración exagerada y exclusiva que recibe la investigación con embriones en la arena política y en la definición de políticas».
«Incluso el banco nacional de células estaminales que el Congreso aprobó hace un año y que podría beneficiar a muchos miles de estadounidenses inmediatamente, ha recibido fondos mínimos», añadió.
El cardenal Rigali también recordó que hasta ahora, «el gobierno federal nunca se había implicado en forzar el apoyo, por parte de los contribuyentes, a la directa destrucción de vidas humanas inocentes en ningún momento de su desarrollo, en nombre del ‘progreso’».
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Jan 12, 2007 00:00