ROMA, martes, 16 enero 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga S.D.B. ha explicado que la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que inaugurará Benedicto XVI el 13 de mayo en Aparecida (Brasil), busca «despertar» a los católicos del continente de la esperanza.
El arzobispo de Honduras explicó el camino que está recorriendo la Iglesia en América Latina para preparar esa cumbre decisiva en una conferencia que dictó en la tarde de este martes ante representantes de la Santa Sede, embajadores de numerosos países, periodistas e intelectuales, en la embajada de Argentina ante la Santa Sede.
El antiguo presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) explicó que el tema del encuentro –«Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida – «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Juan 14, 6)»– ha sido aprobado por el Papa, quien ha tenido en cuenta las propuestas que han surgido de las bases de la Iglesia.
Discípulos de Jesucristo
«Muchos pensaban que el tema del discipulado era muy genérico. ¿Por qué no hablar de la pobreza tan extendida en América Latina? Pero, a medida en que fuimos profundizando, nos fuimos dando cuenta de que este tema del discipulado no viene del aire, no es genérico», reveló al afrontar la primera parte del tema.
«¿De quién son discípulos los bautizados en ese continente?», se preguntó. «Nos damos cuenta de que los bautizados no tienen demasiado tiempo para escuchar la Palabra». Entonces, siguió interrogándose: «¿de quiénes son discípulos: del neoliberalismo, del consumismo, de los “Chicago boys”, de qué político?».
«Nos damos cuenta de que tenemos bautizados que no son suficientemente discípulos». «Esto ha llevado al CELAM a comenzar un centro de pastoral bíblica. Así se está abriendo camino la “lectio divina”», «la lectura orante de la Palabra de Dios».
«Puedo decirles que en la juventud encontramos una repuesta enorme. Han nacido los “leccionautas”, jóvenes que a través de Internet profundizan en la palabra de Dios. Lo vemos como una respuesta muy efectiva al desafío de las sectas, que es otro punto que vamos a tratar en la Conferencia».
«Se dice que América Latina es el continente de la esperanza, y del mayor número de católicos, pero yo le pongo matices: bautizados, sí; catequizados, muchos menos».
«El discipulado no es algo genérico, es una necesidad», recalcó.
Misioneros de Jesucristo
De ahí surge la segunda parte del tema de la próxima Conferencia, «misioneros» de Jesucristo, señaló.
«El gran envío del Señor Jesús es un mandato no sólo para aquellos misioneros que van a ir a África, sino de cada bautizado». «Es una perspectiva que quizá no hemos sabido poner en primer lugar».
«Se necesita reavivar el corazón misionero –subrayó–. Lo repito por todas partes: el corazón misionero se ha dormido entre los bautizados. Estamos tan felices de que nos digan que somos “el continente de la esperanza”, “la mayoría de la iglesia”, pero estamos dormidos».
«Tenemos que sentirnos felices de anunciar al Señor Jesucristo. Ahora nos da miedo hasta poner el pesebre», constató. «Es un empobrecimiento»: «debemos ser misioneros, intrépidos, como san Pablo».
Vida
Ahora bien, como el mismo cardenal reconoció, ser discípulos y misioneros de Jesús «no es espiritualismo». Por eso, el Papa ha propuesto como tercer eje del tema: «para que nuestros pueblos en Él tengan vida».
En esta vida «humana, cristiana y de caridad entra todo el discurso de la vida social, la evangelización de la cultura, de la política, de la economía».
«Porque la ética no puede estar ausente de ningún aspecto de la vida humana –afirmó–. Si hoy hay una tragedia es esta: dejar la ética como algo del pasado, para estudiosos de universidades. La vida sin ética nos está dejando sin sentido, para dejarnos atrapados en círculos de violencia».
