Y es que es necesario para que el encuentro dé los «frutos deseados»; por eso piden a los fieles panameños que oren por esta intención.
«Pedimos a toda la comunidad [de Panamá] elevar preces al Creador para que, en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, se genere un nuevo Pentecostés que impulse a la Iglesia del continente, con el fervor de los primeros discípulos, en el anuncio del reino de justicia y paz», se lee en un mensaje difundido por la Conferencia Episcopal del país.
El santuario mariano, situado en la ciudad brasileña de Aparecida, acogerá del 13 al 31 de mayo la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y del Caribe, una gran cita que inaugurará Benedicto XVI personalmente.
«Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida – «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Juan 14, 6)»- es el lema de la Conferencia General; aprobado por el Papa, responde a las propuestas que han surgido de la Iglesia continental.
El «gran acontecimiento» -declaran los obispos de Panamá- «servirá para revisar nuestra identidad católica y dar un nuevo impulso a nuestra acción a través de una gran misión para responder a los desafíos de la realidad actual, donde nuestros pueblos esperan, con ansias, lograr una sociedad justa, equitativa, solidaria y en paz».
Preocupación social
La próxima cita en Aparecida ha sido uno de los puntos de la 178ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Panameña -celebrada el 12 de enero en Ciudad de Panamá-, en la que igualmente hubo amplio espacio a la preocupación del episcopado por la vida social del país, según el comunicado que difundieron al término de su reunión.
El país ha «crecido económicamente a un ritmo impresionante», pero sigue manteniendo «unos niveles de pobreza vergonzosamente altos» pues, de acuerdo con los prelados, no se ha logrado «la participación de todos en la generación y la distribución de la riqueza».
De ahí el llamamiento urgente que lanzan a gobernantes, dirigentes sociales y partidos políticos para la elaboración de un Plan de Desarrollo Nacional «cuyo centro sea la persona humana», garantizando «las condiciones de justicia y equidad que demanda toda la población panameña».
Asimismo reiteran su preocupación ante la aprobación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
El «indicador moral» de los acuerdos al respecto «debería ser el modo de lograr un efecto positivo en la vida y dignidad de las familias y de los trabajadores pobres y vulnerables, cuya voz en esta discusión debería recibir una atención especial», advierten.
Además apremian al gobierno a que «se dé a conocer a la población el texto de los acuerdos aprobados, ya que es un derecho de la comunidad».
«También, nos preocupa el hecho de que el fenómeno de las migraciones internas se haya incrementado involucrando cada vez un mayor número de indígenas, mujeres y niños, víctimas de abusos de personas que se aprovechan de su situación de desventaja para violar sus derechos humanos y laborales», denuncian.
«En este contexto y en cumplimiento de nuestro deber cristiano, solicitamos la modificación de la legislación nacional en materia de migración y refugio para lograr un mayor respeto de la dignidad humana de estas poblaciones vulnerables», concluyen.
Nuevo presidente de la Conferencia Episcopal
Monseñor José Luis Lacunza Maestrojuan, o.a.r, obispo de David, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, según la elección a la que procedió la Asamblea Plenaria.
Para el trienio 2007-2010 forman parte de la directiva del organismo eclesial también monseñor José Dimas Cedeño Delgado –arzobispo metropolitano-, como vicepresidente, y monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, o.s.a. –obispo auxiliar de Panamá- como secretario general. Ambos continúan en sus cargos.
