VERONA, viernes, 16 febrero 2007 (ZENIT.org).- El proyecto de ley del Gobierno italiano sobre el reconocimiento de derechos a las parejas de hecho «no es aceptable», indica en un comunicado con fecha de este viernes el director del Observatorio Van Thuan de Doctrina Social de la Iglesia.
Stefano Fontana, director del Observatorio, afirma en el comunicado que tal proyecto no es aceptable porque «supera el nivel de reconocimiento de los derechos individuales e introduce el reconocimiento público de la convivencia en cuanto tal».
Según Fontana, las normas existentes son suficientes para tutelar los derechos individuales previstos por la Constitución italiana, mientras que «el proyecto de ley gubernamental introduce una nueva materia que reconoce los derechos de los que conviven precisamente porque conviven, es decir, porque la convivencia es considerada jurídicamente relevante para la sociedad».
La «convivencia de hecho», según el Observatorio Van Thuan, «no merece el reconocimiento público de ninguna forma, ya sea porque no se basa en la asunción previa de deberes, ya sea porque contrasta con el carácter central de la familia fundada en el matrimonio prevista por la Constitución, ya sea porque parece absurdo que el ordenamiento jurídico reconocería un estatus “de derecho” a personas que conviven y que quieren permanecerlo sólo “de hecho”».
Indica Fontana que el proyecto de ley «no puede ser aceptado tampoco por las previsibles repercusiones que tendría en la mentalidad y las costumbres».
En este sentido, explica, «representaría un incentivo a los jóvenes a no asumir ninguna responsabilidad, discriminaría a las parejas que eligen formar una familia respondiendo a la profunda exigencia del ser humano, asumiendo el compromiso de la procreación y de la educación de los hijos –verdadero bien público a tutelar–, reforzaría la equiparación entre deseo y derecho, abriría la posibilidad a sucesivas ampliaciones de los llamados derechos de los que conviven hasta la plena equiparación con la familia verdadera».
El comunicado se refiere también a los católicos que actúan en la vida pública afirmando que «la responsabilidad y la legítima autonomía del católico empeñado en política no puede separar la ley de la moral» y añade que «la conciencia obliga a detenerse ante un texto legislativo que lesiona tan profundamente la ley de la naturaleza».
En este punto, añade, «las enseñanzas del Magisterio no dejan lugar a dudas».
El comunicado indica que hay que tener en cuenta también otras consideraciones más generales, en primer lugar una correcta visión de la laicidad, según las enseñanzas de Benedicto XVI: «El Papa nos enseña que la laicidad no es neutralidad respecto a la religión y a la ética».
En segundo lugar, señala «el actual clima de intimidación hacia la libre expresión en público de las razones de la fe católica, que son también las razones de la razón como tal».
En tercer lugar: «la urgente necesidad de redescubrir el papel público del cristianismo, que no puede dejar de pasar también por el coherente testimonio público de los parlamentarios y hombres políticos católicos».
En último lugar: «el desafío de la época que se lanza hoy contra la naturaleza de la persona humana y sus derechos, empezando por la familia hasta llegar a la bioética. La cuestión social es ya la cuestión antropológica».
El comunicado concluye afirmando que el Observatoro Van Thuan «adhiere plenamente a las enseñanzas de los obispos italianos y está dispuesto a hacer su propia aportación en la línea trazada por ellos, en apoyo de la familia y del verdadero bien de la sociedad italiana».