TEGUCIGALPA, lunes, 19 febrero 2007 (ZENIT.org).- El semanario católico «Fides» de Honduras exhortó a «redoblar esfuerzos» para lograr que el Gobierno de Estados Unidos prorrogue el Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficia a miles de inmigrantes hondureños en ese país.
Estados Unidos deportó el año pasado a casi 25.000 hondureños indocumentados y este año la cifra ya se acerca al millar, según fuentes gubernamentales, que indican que más de un millón de hondureños viven legal e ilegalmente en el país norteamericano.
Los esfuerzos también deben dirigirse a que se inscriba la mayor cantidad posible de hondureños para que sigan gozando del TPS, señala el semanario católico en su editorial.
«La Cancillería y las asociaciones de hondureños, en forma conjunta, tienen que redoblar esfuerzos en las distintas ciudades de Estados Unidos para lograr una inscripción masiva de hondureños», subraya la publicación.
Indica que «es preciso que a partir de este momento se comience una importante campaña para que a los hondureños acogidos al TPS (…) se les prorrogue» este régimen.
La actual vigencia anual del TPS expirará el 5 de julio próximo y la Cancillería hondureña anunció que en marzo formalizará la solicitud ante el gobierno de EU para obtener la séptima prórroga.
Estados Unidos concedió el TPS a miles de hondureños a principios de 1999 como consecuencia de la devastación ocasionada en el país por el huracán Mitch, a finales de 1998.
Unos 78.000 inmigrantes hondureños están protegidos actualmente por el TPS, que les permite trabajar sin ser deportados.
La Iglesia católica indicó que mientras más hondureños se acojan al TPS mayor será la cantidad de los que se beneficien de una futura reforma migratoria que les permita legalizar su residencia en Estados Unidos.
También insistió en que es necesario lograr la extensión del TPS, dada la importancia que las remesas de dólares enviadas por los hondureños desde EU tienen en la economía de su país.
«Resulta muy importante sostener los actuales niveles de remesas, pues el desarrollo del país las requiere», subraya la publicación católica.
Las remesas familiares, que son el principal soporte de la economía hondureña, llegaron en 2006 a 2359 millones de dólares y este año podrían alcanzar los 3.000 millones de dólares, según datos oficiales.
El semanario Fides recuerda que las leyes y las autoridades migratorias de Estados Unidos se han vuelto más duras, «como lo evidencia el alto número de deportados que regresa a Honduras todas las semanas».