Ideario marco de la televisión católica
1. Naturaleza
La naturaleza de toda televisión católica (TVC) se fundamenta en su identidad eclesial y se inscribe en la misión evangelizadora de la Iglesia a fin de transformar, según el Evangelio, la sociedad en general y la opinión pública en particular.
Esta naturaleza básica ha de ser completada con las señas de identidad específicas y tradiciones del lugar en la que está situada.
La TVC ha de ser independiente de todo partidismo o poder político, económico e ideológico, a fin de poder cumplir libremente su misión evangelizadora y social.
2. Fines
De acuerdo con este carácter propio, la TVC ha de establecer entre sus fines los siguientes:
Orientar a la opinión pública con criterio cristiano y divulgar la vida y doctrina de la Iglesia.
Difundir un modelo de hombre y de sociedad, abierto a la trascendencia y enriquecido por la conciencia moral y por la fe religiosa cristiana.
Colaborar en la salvaguarda de la paz y de los derechos humanos, así como en la promoción humana, social y cultural de la población, especialmente de los más pobres, conforme a la doctrina social de la Iglesia.
Contribuir a la implantación cultural de la concepción cristiana de la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia.
Ofrecer contenidos televisivos que pueden enmarcarse dentro esta temática y ayuden a la educación, a la construcción social, a la solidaridad y a la convivencia.
Difundir las legítimas peculiaridades culturales y artísticas de la población a la que se dirige.
3. Compromisos
En coherencia con la naturaleza y fines señalados, la TVC ha de establecer para sí los siguientes compromisos:
La identidad cristiana y eclesial de la TVC ha de impregnar su estilo y su funcionamiento empresarial, editorial y laboral.
La TVC se impone a sí misma, en la medida de sus posibilidades, el empeño por la calidad profesional y cuidará esmeradamente la formación de sus trabajadores.
Tanto en sus servicios informativos como en los programas de opinión, la TVC comprobarán con rigor la verdad de los hechos y la fiabilidad de sus fuentes noticiosas. Los errores serán subsanados con la rectificación oportuna.
La TVC observará en sus emisiones el respeto a las personas e instituciones y el diálogo civilizado.
La TVC estará comprometida con las necesidades y aspiraciones de la sociedad en la que se sitúa, constituyendo esta opción una señal indentificativa más de este medio católico ante la opinión pública.
Las personas que son llamadas a cualquier responsabilidad en la TVC, tienen el derecho y el deber de conocer previamente el Ideario. La aceptación de un cargo de índole redaccional implica también la asunción de los compromisos morales y profesionales exigidos por el Ideario.
En la programación de la TVC han de ocupar un puesto destacado los programas explícitamente religiosos, que reflejen e interpreten la actualidad de la Iglesia, y en cuya realización mantendrá, como en el resto de sus contenidos televisivos, una estrecha comunión con el Magisterio de la Iglesia y sus legítimos pastores.