GERONA, viernes, 9 marzo 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia, hoy más que nunca, tiene que entender el gran poder de Internet como cuna de publicaciones. Es una de las constataciones de Ángel Rodríguez, autor de un trabajo de investigación en la Universidad Autónoma de Barcelona sobre las publicaciones diocesanas en el obispado catalán de Gerona.
Zenit ha hablado con el periodista para entender cuáles son, en general, las carencias de las publicaciones diocesanas y cuáles son las posibilidades que brinda Internet para mejorar la comunicación de la Iglesia.
Ángel Rodríguez, casado y padre de dos hijos, responsable de radio de su obispado, licenciado en Ciencias Religiosas, autor de varios libros sobre María, es el creador de El ángel de la web.
–Usted ha estudiado la prensa católica en su diócesis, Gerona: ¿A qué conclusión ha llegado?
–Rodríguez: La investigación me ha permitido comprobar la gran variedad de publicaciones católicas que existen en la diócesis y el papel importante que desempeñan muchas de ellas para llegar a la sociedad, como es el caso de cuatro revistas mensuales que tratan información generalista y que se editan desde las parroquias.
Cabe tener en cuenta también que el obispado edita el llamado «Full Parroquial» (Hoja Parroquial) que con 16.800 ejemplares se reparte semanalmente en todas las parroquias, y que a parte, desde la delegación de medios de comunicación, se elabora mensualmente una revista diocesana con 850 ejemplares.
A nivel general, la diócesis cuenta con 76 publicaciones católicas, 32 de las cuales (un 30%) pertenecen a escuelas religiosas. Hay revistas o boletines de movimientos eclesiales, alguna de reflexión, de santuarios, entidades… Sorprende el éxito de tiraje que tienen algunas de ellas, de corte tradicional, como las hojas informativas de causa de canonización. Un ejemplo: la hoja informativa «Heroïnes», dedicada a destacar la figura de las hermanas Fradera, mártires de la Guerra Civil, edita 5.600 ejemplares.
–¿Qué les falta, y qué les sobra, a las publicaciones diocesanas en general?
–Rodríguez: La gran mayoría de los responsables de las publicaciones me decían que comienzan a faltar colaboradores, y colaboradores jóvenes. Y es lógico, porque la juventud de hoy ha nacido bajo la tecnología de la imagen –Internet sobre todo–, la televisión, DVD, consolas, Ipods…
La Iglesia, hoy más que nunca, tiene que entender el gran poder de Internet como cuna de publicaciones. Hay pocos movimientos en la diócesis de Gerona con revista. La razón que se da es porque no hay dinero suficiente o que faltan colaboradores. Internet lo soluciona.
Los movimientos, grupos y entidades de Iglesia tendrían que hacer su propio boletín y colgarlo en la red. Se gana en ahorro y en difusión. El futuro está aquí: boletines de iglesia electrónicos. Tenemos la suerte de que la juventud cree en Internet. Hay esperanza en ello.
–¿Hay algunas publicaciones que usted conozca que puedan ser ejemplares?
–Rodríguez: Es difícil responder por la sencilla razón de que estamos viviendo un tiempo de impass y de duda, de esperar a ver qué pasa.
Por ejemplo, por lo que se refiere a los periódicos de pago, los investigadores en periodismo creen casi todos lo mismo: que van a tener mucha letra y poca foto.
Serán diarios de reflexión de noticias, para gente mucho más culta. ¿Por qué? Muy fácil, ¿a quién le va a interesar volver a conocer una noticia que ya ha visto en la televisión y en Internet o escuchado por la radio? Lo que querrá el lector será una reflexión sobre lo ocurrido y creo que también las revistas católicas generalistas irán por este camino, porque una revista parroquial mensual no puede informar como hecho actual una noticia dada tres emanas o un mes antes por la radio o por el portal de su municipio. Tendrán que reflexionar más sobre las noticias que han pasado y menos explicar lo ocurrido.
En cambio, los boletines y de movimientos de Iglesia, al ser electrónicos y gratuitos, podrán tener más libertad.
Curiosamente, los periódicos de papel gratuitos sobrevivirán gracias a la publicidad.
–Internet modifica la percepción también de la información eclesial. ¿Considera que la página web del Vaticano (www.vatican.va) refleja bien esta nueva mentalidad de Internet?
–Rodríguez: La web del Vaticano está bien diseñada y hay muy buena documentación, esto nadie lo duda, pero creo que el menú de entrada es complicado.
No deja de ser curioso que tardes menos en ir al enlace del documento «Lumen Gentium» del Vaticano a través del buscador de Google que en el propio buscador que tiene la web del Vaticano. Haced la prueba.
Por otra parte hace falta más conectividad entre el cibernauta y la web. Posibilidad de recibir los mensajes del Papa por mail, un boletín semanal, reflexiones…