ROMA, domingo, 18 marzo 2007 (ZENIT.org).- El arzobispo Sean Brady ha defendido recientemente el papel positivo desempeñado por los colegios católicos en la sociedad. El arzobispo de Armagh, primado de Irlanda, habló con ocasión de la Semana de los Colegios Católicos, que tuvo lugar del 26 de febrero al 4 de marzo en Irlanda del Norte.
«Es hora de terminar con el argumento fácil de que los colegios de la Iglesia crean divisiones», afirmaba el primado de Irlanda, según un reportaje publicado por CatholicIreland.net el 3 de marzo.
El reportaje observaba que hay 550 colegios católicos en Irlanda del Norte que educan a más del 45% de todos los alumnos. El arzobispo comentaba que algunos están en contra de los colegios de inspiración religiosa, alegando que impiden la paz y la reconciliación. Como respuesta, monseñor Brady afirmaba que la educación católica se basa explícitamente en los valores del Evangelio y promueve la fe, la justicia y la paz.
«El compromiso por la tolerancia, la justicia y el bien común es el mismo corazón de la visión católica de la educación», insistía.
El arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin, también defendió los colegios católicos. Habló sobre el tema en un discurso pronunciado en la Universidad de la Ciudad de Dublín el 22 de septiembre.
En su discurso, disponible en la página web de la archidiócesis, monseñor Martin observaba: «Existe un punto de vista que tiende a ver en la educación religiosa algo ideológico, causante de división, y doctrinario, no precisamente algo bueno quizás para los jóvenes y seguro que alienante para lo que debería ser un currículum escolar en una democracia moderna y pluralista».
El arzobispo de Dublín mantenía, sin embargo, que los colegios católicos comunican el mensaje de un Dios que ama. Una verdadera educación religiosa, continuaba, abrirá las mentes de los niños y les invitará también a amar a su prójimo. Además, la formación religiosa es un antídoto necesario contra una cultura que cae presa del consumismo y de la superficialidad, añadía el prelado.
Monseñor Martin también apuntaba que no hay evidencias de que una sociedad estrictamente neutral a nivel religioso y laicista dé como resultado mejores oportunidades de reforzar el diálogo entre religiones.
El debate inglés
Las presiones laicistas son más fuertes en la vecina Inglaterra, donde el año pasado se ha pedido tanto a los colegios católicos como a los anglicanos que dejen entrar a más estudiantes no cristianos. En respuesta a las presiones del gobierno, el jefe de la dirección de educación de la Iglesia anglicana, el obispo Kenneth Stevenson, escribió al secretario de educación, Alan Jonson, accediendo a reservar el 25% de las plazas para familias no cristianas, informaba la BBC el 3 de octubre.
Según el artículo, hay 4.646 colegios anglicanos en Inglaterra. Los colegios católicos suman 2.041.
Frente a los planes del gobierno de obligar a todos los colegios cristianos a reservar el 25% de las plazas para no cristianos, el Servicio de Educación Católica para Inglaterra y Gales (CES) publicó una declaración el 16 de octubre oponiéndose con decisión a la idea de introducir cuotas en los colegios que le obligarían a aceptar un cierto número de alumnos no religiosos.
La declaración explicaba que no debería ponerse en peligro el papel de los colegios mediante experimentos de ingeniería social. Los colegios católicos existen en primer lugar y sobre todo para educar a los niños en la fe católica, declaraba el CES. Además, también contribuyen a la sociedad desde hace mucho tiempo, a través de la promoción de valores como la humildad, la integridad, la compasión, la promoción de la paz y la justicia.
«En lo que ha sido conocido como el ‘debate de los colegios confesionales’, es erróneo sugerir que hay que tener cuidado con los colegios de inspiración religiosa, como si se pudiera poner en las puertas de los colegios de la Iglesia que son culpables de la falta de cohesión de la comunidad –nada más alejado de la verdad», mantenía el CES. «Los colegios de carácter religioso son parte de la solución para la sociedad, no parte del problema», añadía la declaración.
Martin Samuel, articulista de opinión del periódico Times, no aceptaba esta postura. El 17 de octubre escribía: «Enfada que se amplíen los colegios religiosos, que animan a la división». Además, advertía: «Estamos yendo hacia atrás, hasta la época de la fe ciega, la intolerancia y la superstición».
Stephen Beer, en el periódico Guardian, expresaba el 20 de octubre una opinión contraria. «El Estado necesita tratar a todas las personas religiosas, es más, a todas las personas, de forma igual al implicarse en perspectivas de fe», indicaba.
El arzobispo católico de Birmingham, Monseñor Vincent Nichols, escribía el 24 de octubre un artículo de opinión para el periódico Telegraph defendiendo los colegios cristianos.
Los colegios católicos ya tienen una proporción superior de alumnos de minorías étnicas que otros colegios, apuntaba. Además, como media, cerca del 30% de sus alumnos ya proceden de otras religiones o de ninguna.
Vacío espiritual
Monseñor Nichols también criticó la política de multiculturalismo del gobierno por ignorar los valores morales y las creencias de los grupos. «Esto nos ha dejado con un vacío espiritual en la esencia de la vida, ilustrada en la pobreza de educación religiosa en los colegios de Estado», observaba.
Al final el gobierno se vio forzado a abandonar sus planes de introducir una cuota formal para los colegios cristianos, informó el Telegraph el 27 de octubre.
Esta decisión, no obstante, no ha puesto punto final en las críticas a los colegios religiosos. El 24 de diciembre el Sunday Times informaba de que el antiguo ministro de educación, Sam Galbraith declaró que los colegios son la «causa que está en la raíz» del fanatismo sectario en Escocia y deberían suprimirse.
El periódico también publicó una declaración de Peter Kearney, director de la Oficina Católica de Medios de Escocia. La idea de que educar a los niños en colegios religiosos llevará a un conflicto en la sociedad es tan «profundamente intolerante» como «simplista», afirmaba.
Una semana más tarde, Lord David Steel, liberal demócrata, escribía un artículo de opinión para el Sunday Times sobre el mismo tema. También sostenía que tener colegios separados para católicos y protestantes en Escocia perpetúa las divisiones religiosas.
Reorganización en los Estados Unidos
Entretanto, en los Estados Unidos, la Semana de los Colegios Católicos se celebró del 28 de enero al 3 de febrero.
En una nota de prensa publicada el 20 de diciembre para preparar la semana, Karen Ristau, presidenta de la Asociación Nacional de Educación Católica (NCEA), hablaba sobre el buen trabajo llevado a cabo por los colegios católicos.
«Además de aprender a leer, a escribir y aritmética, los estudiantes también aprenden responsabilidad –y cómo llegar a ser personas de carácter e integridad», comentaba.
Según la información de la página web de la NCEA, hay cerca de 8.000 colegios católicos en los Estados Unidos. En el año académico 2004-05, hubo un total de 2.420.590 alumnos en colegios católicos. De éstos, 1.779.638 eran estudiantes de nivel elemental y medio, y 640.952 de secundaria.
No obstante, los colegios católicos se enfrentan a desafíos considerables, como observaba el Chicago Tribune en un reportaje el 27 de febrero sobre la situación local. El cardenal Francis George, arzobispo de Chicago, tuvo recientemente un encuentro con los responsables educativos.
Uno de los temas fue cómo actuar ante el descenso de la escolarización. En to
do el estado, el número de alumnos en colegios católicos de Illinois ha descendido de 215.000 a 170.000 durante la última década.
Uno de los principales problemas es el aumento de los costes de la enseñanza. Esto está causado sobre todo por el hecho de que los colegios tienen menos sacerdotes y religiosos para cubrir los puestos de enseñanza. En el pasado los colegios pagaban a estos profesores mucho menos de lo que actualmente tienen que pagar a los profesores laicos.
El Chicago Tribune también informaba de que el cardenal George indicó que mientras la Iglesia valora la diversidad y acoge a estudiantes de diferentes religiones, no puede y no quiere separarse de sus enseñanzas fundamentales. «Si minimizamos la importancia de quiénes somos… traicionamos nuestra misión», afirmaba.
Los colegios católicos de Boston también se están reorganizando ante el descenso de alumnos, explicaba la archidiócesis en una nota de prensa el 29 de enero. La archidiócesis detallaba un plan para revitalizar los colegios católicos en la región de Brockton como parte de la Iniciativa 2010.
La Iniciativa 2010, lanzada en agosto de 2005, busca reforzar y revitalizar los colegios católicos. Algunos de ellos se consolidarán y habrá una nueva estructura de dirección. Entre las presiones económicas y la hostilidad a la enseñanza religiosa, los colegios católicos se enfrentan a una época de desafíos.
Por el padre John Flynn
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