HO CHI MINH, miércoles, 21 marzo 2007 (ZENIT.org).- El Seminario Mayor de San José en esta ciudad, es el segundo seminario en Vietnam al que se le permite inscribir nuevos estudiantes anualmente, informa la Unión Católica de Noticias de Asia (UCAN).
Comparte el privilegio con el Seminario Mayor de San José en Ha Noi, que recibió el mismo permiso del Gobierno en 2005. Seis seminaristas mayores se preparan a ser ordenados sacerdotes en Vietnam.
El cardenal Jean Baptiste Pham Minh Man de Ho Chi Minh dijo a UCA News el 14 de marzo que el seminario local «iniciará oficialmente a inscribir nuevos estudiantes cada año, empezando con la clase que entrará en octubre».
El cardenal Man dijo que el seminario, construido en 1866, ha proporcionado formación sacerdotal para su arquidiócesis y otras seis diócesis, lo que ha hecho que sus estructuras se hayan quedado muy pequeñas. Los profesores no pueden trabajar cerca de los estudiantes, ya que hay 60 estudiantes por clase, añadió.
Pero todo está cambiando, sin embargo. Según el cardenal, los 35 nuevos estudiantes que empezarán el próximo año académico en el campus de Ho Chi Minh provienen sólo de esta arquidiócesis y de las diócesis vecinas de My Tho y Phu Cuong.
Los seminaristas de las diócesis de Ba Ria, Da Lat, Phan Thiet y Xuan Loc estudiarán en un nuevo campus en el complejo de la casa del obispo de Xuan Loc, en Long Khanh, a 80 kilómetros al norte de Ho Chi Minh.
Añadió que la Iglesia local pidió persistentemente durante seis años antes de recibir el permiso para abrir el segundo campus. La aprobación vino a finales de 2005, cuando la nueva diócesis de Ba Ria fue creada de la diócesis de Xuan Loc.
Una fuente eclesial de Xuan Loc dijo que el segundo campus, el antiguo seminario diocesano, proporcionó acomodación y formación sacerdotal para los seminaristas de Xuan Loc que empezaron el año pasado. En octubre de 2007, los nuevos estudiantes que vienen de otras diócesis también estudiarán en esta instalación, hasta que se acabe un nuevo edificio en 2008.
Con la inscripción anual, dijo el cardenal Man, la Iglesia local desarrollará programas de formación adicionales para formar a futuros sacerdotes de alta calidad. Uno de tales programas es un curso de preseminario que enseña a los candidatos «buena conducta, vida orientada comunitariamente y desarrollo espiritual», para familiarizarles con las actividades del seminario.
El cardenal Man explicó que después de 1975, cuando el país fue reunificado bajo el régimen comunista, el Gobierno confiscó las propiedades y la Iglesia local no podía proporcionar formación de seminario menor a los candidatos. En cambio, los reunieron en el seminario, una vez al mes para estudiar catecismo, Biblia, espiritualidad y humanismo.
Los seminaristas mayores, que estudian Filosofía durante dos años y teología cuatro años, realizan una experiencia pastoral en parroquias un mes al año durante sus vacaciones de verano, lo que «no es suficiente para ellos», explicó el cardenal.
El curso de un año, dijo el cardenal, «ayudará a reforzar las vocaciones de los candidatos y les ayudará a evitar la presión familiar y de la comunidad».
Los jóvenes que dejan el seminario pueden sentir el desprecio de su familia o parroquia.
El 8 de marzo, el cardenal Man presidió la ceremonia del primero de estos cursos para 21 candidatos arquidiocesanos al seminario. Veinticinco profesores y sacerdotes de parroquias, así como familiares de los candidatos, asistieron a la ceremonia, que tuvo lugar en la capilla del seminario.
El cardenal Man dijo que los candidatos viven en un viejo edificio dentro del complejo del seminario, al que le faltan algunos servicios. «Me gustaría que los católicos locales redujeran sus gastos esta Cuaresma, de manera que podamos construir un nuevo edificio para los candidatos al seminario», escribió en su mensaje de Cuaresma que fue leído en todas las parroquias.
Mientras tanto, los formadores de los seis mayores seminarios asistieron del 12 al 16 de marzo a un encuentro en Ho Chi Minh. Durante el encuentro, repasaron los recientes programas y propusieron un nuevo programa de formación común que esperan presentar en la reunión anual de obispos en septiembre.